La selección española de balonmano tratará de arrancar hoy (18.30) la segunda fase del Campeonato de Europa con un triunfo ante Francia, que llega a Trondheim sin perder ni un encuentro, en un partido que el equipo nacional afronta con la duda de Mariano Ortega, que sufre una elongación en el abductor medio de la pierna derecha.

No obstante, Juan Carlos Pastor y sus ayudantes pueden respirar, pues la ecografía a la que se sometió ayer el jugador del CAI Aragón descartó la posibilidad de una rotura, que hubiera dejado fuera de juego al catalán para lo que resta de torneo. Pese a ello, todo parece indicar que el seleccionador podría prescindir, para evitar cualquier riesgo, de Ortega para el duelo con los franceses, en un partido que supone la reedición de la final del último Europeo.

Así, el joven central de Portland Carlos Ruesga, que se quedó fuera de la convocatoria para el partido con Alemania, o bien el extremo derecho del Ciudad Real Roberto García Parrondo, que todavía no ha debutado en Noruega, podrían ocupar la plaza de Ortega en el lateral derecho, lo mismo que el barcelonista Albert Rocas, que, como recordó Pastor, ha jugado en alguna que otra ocasión en ese sitio.

Actúe finalmente o no Mariano Ortega, uno de los más regulares en el arranque de competición del equipo español, la selección nacional deberá repetir o incluso mejorar su brillante actuación del domingo ante Alemania (30-22) para doblegar a Francia, para muchos el máximo favorito a alzarse con el oro continental.

Título que los pupilos de Claude Onesta han reafirmado todavía más si cabe en la primera fase del torneo, tras imponerse a Eslovaquia (32-31), Suecia (28-24) e Islandia (30-21), lo que permite a los galos afrontar la segunda ronda como líderes en solitario del Grupo II con cuatro puntos, dos más que Hungría, España, Suecia y Alemania; y cuatro más que Islandia, que cierra con cero puntos la clasificación provisional.

Lo cierto es que la calidad y la variedad de la plantilla francesa convierte a los de Onesta en un auténtico peligro, aunque España ya fue capaz de derrotar a los galos una semana antes del inicio del Europeo en el Torneo Internacional de España disputado en Ciudad Real por 32-30, en un encuentro en el que Francia no pudo contar con uno de sus pilares fundamentales, el pivote Bertrand Gille, aquejado de unas molestias.

En el ataque, Karabatic es el principal peligro, pero el lateral se ha visto sólidamente respaldado por Jerome Fernández y Daniel Narcisse, así como el extremo izquierdo Olivier Girault, que, con sus 15 goles, ha hecho olvidar por el momento la baja del lesionado Michael Gigou.

España deberá volver a desplegar un juego cuando menos similar al desarrollado ante Alemania si quiere doblegar a los galos. Sería sumar dos puntos que pondrían a los de Pastor en el camino para lograr un oro europeo, que ya se les ha escapado de las manos en tres ocasiones, y que en esta vez viene acompañado de la clasificación directa para los Juegos Olímpicos de Pekín, el Mundial de Croacia 2009 y el Europeo de Austria 2010.