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Cuando le puede a los focos

  • Cinco técnicos del Sevilla analizan las razones por las que la marcha de Daniel ha significado una liberación en el fútbol de Jesús Navas · El palaciego ha asumido su rol de jugador decisivo sin la presencia del bahiano

Raro es el partido en el que Jesús Navas no acaba siendo el mejor de los veintidós. Las últimas victorias del Sevilla han tenido un nombre propio y apuntar al palaciego ha sido la tónica constante. Desborde, velocidad, incursiones al área, medidos centros de gol, un gran trabajo defensivo, robos que acaban en asistencias... El excepcional rendimiento del joven extremo criado en la cantera ha sido la mejor noticia en el arranque de una temporada en la que en el entorno del equipo había muchas dudas, sobre todo centradas en el vacío que podían dejar estrellas que dijeron adiós, Poulsen, Keita... y Daniel.

Precisamente la figura del brasileño proyectaba una alargada sombra sobre el juego de Jesús y muchas eran las voces que defendían que su fútbol iba a ser más brillante cuando no tuviera al lado al magnífico futbolista de Juazeiro. Ya se ha producido el cambio y, más allá de la constatación que de ello ha tenido el aficionado de a pie y el crítico deportivo, técnicos del Sevilla especializados en distintas materias corroboran la metamorfosis y reflexionan sobre las causas, directas o indirectas, de la misma. Prácticamente los cinco trabajan día a día con él y han vivido su crecimiento. Ahora, como todos los sevillistas, disfrutan y esperan aún más de un jugador que sólo puede tener el techo que se ponga a sí mismo.

Jesús Calderón es la mano derecha de Jiménez desde su llegada primero al filial y luego al primer equipo. Es la persona de confianza del arahalense y una voz autorizada para analizar el cambio en Jesús Navas. "Ha sido un poco todo. En el aspecto táctico se ha liberado mucho. Los buenos jugadores siempre se buscan y está claro que Daniel lo buscaba a él. A Dani no lo vamos a descubrir, pero no vamos a negar que coartaba a Jesús en muchas cosas. Instintivamente, el que ha jugado al fútbol lo puede entender. Si ves que tu lateral sube mucho, tiendes a vigilar, pero si tienes detrás tuyo a otro tipo de lateral la cosa cambia. Si antes bajaba diez veces, ahora con cinco es suficiente y le sirve para estar más fresco arriba". La mayoría de las razones obedecen a los planos meramente futbolístico y técnico-tácticos, aunque también tiene que ver parte de la psicología de un joven que va madurando. "Va cumpliendo años y va asumiendo ese rol dentro del equipo y a nivel del fútbol español también se ve de otra forma", explica Calderón, que no olvida tampoco otra clave: su fisonomía y sus condiciones físicas: "Es un grandísimo futbolista y un portento físico. Ni se lesiona y puede estar toda la semana sin entrenar y llegar el lunes y ser el más rápido".

Monchi, como máximo responsable en la confección de la plantilla, está disfrutando especialmente este año con el juego de Jesús Navas y no dudaba de que la marcha del brasileño iba a beneficiarle. "No es que sea un factor negativo de Daniel, pero abstraía mucho el juego. Ahora se siente más libre, el lateral apenas lo sobrepasa y si lo hace es casi siempre sin balón. Por eso, su uno contra uno es más eficaz y rara vez le hacen dos contra uno como antes. Antes subía Daniel y a él se le juntaban el marcador suyo y el que seguía a Daniel. También utiliza más el interior y no sólo el carril. En escalafones inferiores era un jugador que sorprendía por esa zona muchísimo. Ahora tampoco mira atrás como antes cuando recibía el balón y su instinto era esperarlo", señala el director deportivo, que lo ve muy integado en el grupo. "Siempre ha sido un compañero alegre y su importancia cada vez es mayor. Madura y se ha encontrado su sitio".

Pablo Blanco tiene ya menos trato con él, pero como coordinador general de la cantera, conoce como nadie sus inicios y su evolución. "Jesús era un jugador con mucha personalidad y Daniel le usurpaba mucho su terreno. Pero el otro en el Barça también ha cambiado. Daniel buscaba a Jesús y se la devolvía. Ahora Messi, Xavi, Iniesta... no se la devuelven. Es normal que Jesús se sienta más cómodo con otro tipo de lateral como Crespo o Konko. Lo que sí ha ganado es en sacrificio y en trabajo defensivo. Eso creo que ha sido la herencia que le ha dejado compartir banda con Daniel. Además, físicamente es un superdotado y tiene la fisonomía ideal. Tiene cuerpo de keniata, es liviano y consume menos energía que otro futbolista", cita como ventajas sobre el resto. Blanco, no obstante, espera más del palaciego: "Creo que la está faltando algo que siempre tuvo. Jesús define mejor de lo que se ha visto. No es un goleador, pero siempre ha metido goles. Lo que pasa es que se ha convertido más en un asistente. Extrapolando su juego al baloncesto, sería el base perfecto".

Otro análisis. El de Ramón Orellana. El preparador físico, al margen de haber seguido su evolución en su parcela, no escapa a su explosión definitiva. "No creo que una cosa en concreto haya sido el desencadenante. Más bien ha sido un cúmulo de cosas. Él está mejorando como futbolista y madurando como persona. Jiménez también lo ha tenido muchos años, lo conoce y es la persona idónea para sacarle más rendimiento", explica. Y añade: "La vida del deportista está en continua mejora y, por ejemplo, su problema con las concentraciones prácticamente es historia. Es más fuerte mentalmente y eso se nota en el campo. Físicamente es un portento y, siendo un jugador similar a Daniel fisonómicamente, tiene más velocidad y recupera muy rápidamente. El lunes, por ejemplo, hizo el entrenamiento completo de los que no jugaron el domingo. No necesita trabajo de recuperación, aunque lo cuidamos y tenemos que frenarlo. Pero su capacidad torácica es tremenda. Además une dos virtudes que es difícil que se complementen: resistencia y velocidad. Tiene una fibra muscular muy resistente, como Reyes, y hay entrenamientos en los que ni suda. No tiene altibajos, siempre mantiene un nivel muy alto".

Miguel Ángel Gómez es el psicólogo que ha trabajado codo con codo con Jesús cuando tuvo esos problemas de ansiedad de los que no está autorizado a hablar, pero no esconde que su mejoría se aprecia notablemente en el campo. "Sobre todo creo que ha entendido que tiene que asumir responsabilidades. Yo creo que lo que le ha hecho crecer es la situación en sí y la confianza que el entrenador tiene con él. Jiménez habla mucho con Jesús, constantemente, y eso lo nota. Creo que se siente más seguro sin Daniel. Es bueno para él que se haya marchado. Dejaba que fuera Dani el que asumiera las responsabilidades muchas veces y se liberaba cuando lo veía cerca. Ahora sabe que tiene que aparecer para que esa banda funcione, aparte de que también encuentra más fluidez".

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