El Sevilla Atlético encadenó su quinta jornada sin conocer el triunfo al caer ante un necesitado Albacete que aprovechó en la recta final la única ocasión clara de la que dispuso en el encuentro, mientras los manchegos continúan soñando con la salvación, de la que ahora se encuentran a un punto.

El miedo escénico que en su día reivindicó Jorge Valdano se ha convertido en una auténtica losa para el cuadro local, al que el mero hecho de verse obligado a dirigir y marcar el tempo del encuentro le horroriza. Al contragolpe normalmente se juega fuera de casa y el Albacete trató de reinventar el mundo ante un filial mermado por las bajas -hasta ocho tenían Fermín Galeote-.

Máximo Hernández mostró su cara más timorata al situar sólamente a un delantero en punta, y además a un futbolista que como Gorka Azkorra salía de una lesión. Los locales lo intentaron al principio con mucho ímpetu, guiados por Fernando Morán que, sin embargo, no encontró buenos aliados de viaje en sus compañeros de las bandas, donde Barkero estuvo especialmente fallón en los primeros 45 minutos.

A pesar de todo, los blancos dispusieron de algunas oportunidades, como la del propio Morán a los 9 minutos en un remate de cabeza, o la de Bauzá, cuyo disparo, con todo a favor, se estrelló contra el cuerpo de un defensa. Los sevillistas también tuvieron sus opciones. Los nervionenses se acercaron por primera vez en el minuto 19, con un disparo de Armenteros al que Jonathan respondió enviando el balón a córner. No se quedó ahí la ofensiva visitante, y en la prolongación Salva Sevilla remató de cabeza tras un saque de esquina que no fue gol por otra intervención ortodoxa del meta manchego.

El Albacete comenzó la segunda parte como una bebida espumosa, con mucha fuerza al principio para ir languideciendo poco a poco. En los primeros compases tuvo tres oportunidades a pies de Azkorra, primero, y Xavi Jiménez y Alustiza, después. Tras este arreón inicial el encuentro entró en una fase soporífera hasta el gol de los de Hernández. Un balón al interior del área fue aprovechado por Calandria, que le ganó la espalda de la defensa, para batir por bajo a Javi Varas. Un gol que puede valer la salvación y que deja al filial en zona de nadie.