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De quitarse el sombrero

  • El cuadro hispalense asalta la Fonteta con un extraordinario partido en el que dominó, desde la defensa, desde el inicio al Valencia La salvación deportiva está ya a tiro de piedra

Extraordinario. Es el adjetivo que define la actuación del Baloncesto Sevilla en la Fuente de San Luis, el feudo de todo un Valencia Básket que es segundo de la Liga Endesa y que acabó rendido ante la superioridad de un rival que no se vino arriba en este partido de manera puntual, sino que no para de crecer desde el inicio de la segunda vuelta. El cuadro hispalense, un equipo con todas las letras por su solidaridad en defensa y juego coral en ataque, apabulló por momentos al conjunto taronja, presa de los nervios desde el momento, muy pronto, que vio que era incapaz de contrarrestar ni igualar siquiera la ambición e intensidad atrás que impusieron desde el primer minuto los pupilos de Luis Casimiro, que ya tocan con las manos la salvación. Al menos la deportiva.

Y por ahí le comió la moral el CB Sevilla a su rival, que no esperaba que le saliera rechistón el plantel sevillano, que sólo se puso por detrás en el marcador en el 2-0 inicial. Fue la máxima renta local. Hasta 17 puntos tuvo el Caja en el último cuarto antes de que los de Pedro Martínez tocaran a rebato para intentar el imposible, pero enfrente había un sólido grupo que cree en lo que hace, en quien lo guía y en sus líderes para acabar con una racha de ocho derrotas a domicilio.

Habrá quien califique el triunfo hispalense de bombazo o sorpresa. Quien lo haga no ha visto al CB Sevilla jugar desde finales de enero, desde el inicio de la segunda vuelta. Porque las derrotas lejos de San Pablo bien pudieron ser victorias. En Málaga, en Badalona y en Murcia. Sin duda un factor clave ha sido la llegada de Hakanson, al que ni Diot ni Vives supieron frenar ni sus errores fruto de la juventud e inexperiencia propios de sus 20 años le pesaron en el partido. El sueco activó a los suyos desde el minuto uno, imprimiendo velocidad e intensidad de la que antes carecía el equipo. Se cambió el papel con Nachbar, que hizo de asistente (tres en el primer cuarto), y con Balvin mandando en la pintura Pedro Martínez tuvo que llamar a filas a los suyos.

El tiempo muerto sirvió de poco, porque Bamforth apareció para romper el partido con cinco puntos consecutivos (11-20). Sólo la entrada de Dubljevic, que reaparecía tras un mes de inactividad, aplacó a un Caja que había metido la quinta marcha desde una defensa dura que llegó a intimidar a los jugadores del Valencia, pero ya sentía la Fonteta que el mando del encuentro no lo tenían los suyos, incapaces de meterse en el choque porque a cada acelerón contestaban los visitantes con un nuevo arreón.

Una falta antideportiva de Miljenovic señalada por aclamación popular permitió a Hamilton, desde la personal, y San Emeterio, después, recortar la desventaja, pero Bamforth con un triple frenó los ánimos y Balvin remachó la canasta para dejar el marcador al descanso muy de cara: 37-44.

Quedaba mucho, un mundo por delante, pero el CB Sevilla ya había encontrado el camino para ganar a un Valencia cada vez más nervioso por su incapacidad para superar la defensa andaluza, lo que provocaba malas selecciones de tiro que acababan con el balón en las manos de Balvin o cualquier otro vestido de verde.

Con todo, un 4-0 de inicio tras el descanso apretó el luminoso, pero ante ese momento delicado el CB Sevilla no se puso nervioso. La respuesta, contundente, fue un triple de Berni Rodríguez, que repitió acción minutos después cuando los locales volvían a hacerse ilusiones con el 47-51. Quizá ese fue el golpe definitivo. O casi, porque todavía Hakanson le dio una vida extra al Valencia en la última acción del tercer acto, cuando ganando de 10 puntos perdió la bola y permitió el 2+1 de Stefansson. Con 57-64 arrancaron los últimos 10 minutos. La misma distancia que al descanso, pero la sensación era ahora que el CB Sevilla era absoluto dominador de la situación.

Con sendos 2+1 de Jordan y Alfonso Sánchez abrieron ya brecha los hispalenses. Desde la defensa, pero también desde un acierto descomunal en la línea de personal: 27/28 y con un único fallo de Bamforth, el jugador al que cualquiera elegiría para lanzar siempre. Con los locales cada vez más desquiciados, la segunda unidad cajista sentenció. Entre Jordan, Miljenovic y Alfonso Sánchez sumaron 20 de los 28 puntos del Caja en el cuarto definitivo. La renta se elevó hasta los 17 puntos (65-82), pero San Emeterio se creció para meterle el miedo al CB Sevilla. A siete se colocó el cuadro taronja con más de dos minutos por delante, pero los de Casimiro no se pusieron nerviosos para sellar un triunfo extraordinario en un partido para quitarse el sombrero.

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