La ocasión lo merece y así lo ha entendido José María del Nido, quien, como es habitual en él cada vez que llega una cita clave durante la temporada, realizó un llamamiento a su afición para que no falte el Sábado Santo en el Ramón Sánchez-Pizjuán. Lo hizo en la mañana de ayer, durante un acto cofrade igualmente tradicional desde que Del Nido se hizo con la presidencia del Sevilla. El mandatario sevillista llegó temprano a la Parroquia de San Benito, junto con la consejera Piedad Parejo, para realizar una ofrenda de flores a la popular cofradía de la Calzada. Después de cumplimentar al hermano mayor de la corporación, Manuel Bermudo, ante las sagradas imágenes titulares, Del Nido atendió a la prensa con un discurso más comedido que el día del Fenerbahçe, por ejemplo, pero igualmente dirigido a lograr el objetivo deseado: motivar a los suyos, tanto al equipo como al aficionado de a pie ante la visita del Atlético de Madrid.

El mandatario nervionense también aprovechó su comparecencia para posicionarse a favor del Betis ante el Comité de Competición. Pero la base de su retórico discurso fue el Sevilla-Atlético que se disputará el próximo sábado a las diez, con la clasificación para la Liga de Campeones en juego. Hasta cinco razones dio en su alocución ante los medios para convencer a los suyos de la trascendencia del encuentro ante el equipo de Javier Aguirre, poseedor de ese cuarto puesto tan deseado con dos puntos de ventaja sobre el Sevilla.

La primera de esas razones esgrimidas por Del Nido fue que el valor de la victoria es de cuatro puntos. Aun así, no lo catalogó como definitivo: "Es un partido muy importante, aunque no definitivo porque quedan muchos puntos en juego, pero el que gane el partido no sólo se lleva tres puntos, que son cuatro, sino además mucha moral para las próximas jornadas".

La segunda razón la fundamentó en el empaque de un Sevilla-Atlético, un encuentro con peso específico habitualmente, que llega en un momento clave de la temporada. "Es el mejor partido que se puede ver ahora mismo", sentenció Del Nido. Y ahí terció hacia un discurso mucho más amable que el que utilizó con motivo de la visita del Fenerbahçe, con aquel lema "¿Sabes lo que es el infierno? No conoces la Bombonera". Aquello no salió bien para los intereses del Sevilla y el mandatario estuvo más comedido en su referencia al rival: "El Atlético ahora es mejor que el Sevilla en la Liga y eso se ve porque va por delante de nosotros con dos puntos más, pero esa pequeña ventaja se mitiga con el hecho de que se dispute el encuentro en el Sánchez-Pizjuán". "Será un encuentro de poder a poder, estoy convencido de que será un partido precioso", apostilló para animar a que nadie se lo pierda.

Tercera razón según el modo de ver del dirigente sevillano. El goal average. El Atlético venció al Sevilla en el Vicente Calderón en un vibrante partido que terminó con 4-3. Además, el equipo de Aguirre tiene una diferencia de goles a favor no muy distante de la de los hombres de Jiménez. Con 48 goles a favor y 32 en contra del rival (+16) y 56 por 37 del Sevilla (+19), sólo hay una distancia mínima de tres goles con diez jornadas por definirse. Así pues, el goal average particular que salga del encuentro se antoja definitivo. "Ganar este partido es fundamental, porque marcará el futuro próximo -explicó Del Nido-. Y aunque no sea definitivo, sí es importantísimo, por tratarse de un rival directo al que se le puede adelantar y además tomarle el goal average particular".

La cuarta razón recordó la importancia del factor anímico de cara al tramo final de Liga. "El que gane este partido saldrá fortalecido. Quedan diez finales y ubicarnos en la Liga de Campeones sería ideal para afrontar esta recta final, por la moral que te da la victoria", recalcó Del Nido.

Y la quinta razón para que el Ramón Sánchez-Pizjuán responda como en las grandes noches es la importancia de la afición. "Pido a la afición sevillista que llene el campo y haga del Ramón-Sánchez Pizjuán la caldera de siempre, sin pitos ni protestas -especificó en referencia a las críticas oídas ante el Levante-, que lo conviertan en la caldera que siempre fue. Es imprescindible que todos los socios sientan la obligación de ir, de la que sólo están eximidos quienes salgan de nazareno ese día o tengan alguna obligación con su hermandad. El resto tiene la obligación de animar al equipo hasta el pitido final".