Atletismo

Un reto mayúsculo para Coe

  • El presidente de la IAAF se enfrenta al mayor escándalo de la historia por el dopaje casi sistemático de todo un país y la presunta cooperación de su organismo para tapar los positivos.

El liderazgo y la credibilidad de Sebastian Coe se enfrentan a un duro desafío ante el mayor escándalo de la historia del atletismo sobre la mesa de la Federación Internacional de Atletismo (IAAF). El británico, máximo dirigente del atletismo mundial desde agosto, tiene el reto de solucionar una crisis sin precedentes, después de que un informe de una comisión independiente de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) revelara un dopaje sistemático y corrupción en el deporte ruso. No en vano, existe una alta probabilidad de que el escándalo alcance de lleno a Lamine Diack, predecesor de Coe en el sillón de mando de la IAAF desde 1999 a 2015 y que renunció ayer a su cargo de miembro de honor del COI.

Doble campeón olímpico de 1.500 metros y jefe del comité organizador de los Juegos de Londres 2012, Coe alabó a Diack cuando le sucedió en el cargo en agosto. "Es un líder espiritual", dijo el británico en Pekín, donde derrotó a Serguei Bubka en las elecciones presidenciales. Ahora, ese "líder espiritual" está siendo investigado por la Justicia francesa por, supuestamente, haber recibido sobornos a cambio de ocultar pruebas positivas de dopaje de atletas rusos y de otras nacionalidades.

"¿Puede ser más limpio el atletismo? Pienso que sí. ¿Podemos hacer las cosas de forma diferente? Me atrevería a decir que sí. ¿Podemos hacer más? Espero que sí", señaló Coe al término de los pasados Mundiales de Pekín. Meses antes, no obstante, había calificado el documental de la televisión ARD que destapó el escándalo en Rusia de "impreciso". Y habló de una "declaración de guerra" cuando la cadena y el periódico The Sunday Times publicaron a semanas del Mundial que un tercio de los medallistas de competiciones de fondo en Juegos Olímpicos y Mundiales entre 2001 y 2012 arrojaban parámetros sospechosos de dopaje. El estudio se basó en 12.000 análisis de sangre obtenidos, según ambos medios, de un banco de datos de la IAAF.

Ese caso aún está siendo investigado por AMA, pero el informe destapado este lunes sobre el sistema de dopaje de Rusia puso mucha más presión en Coe y en la IAAF, cuya próxima reunión de su comité ejecutivo se celebrará el 26 y 27 de noviembre en Mónaco y servirá de termómetro para las promesas de tolerancia cero realizadas por Coe. ¿Sancionará a Rusia? "El atletismo es el deporte número uno y voy a hacer todo lo que mi capacidad humana me permite para mantener sus valores y su legado. Es un deporte que es fuerte", señaló Coe tras ser elegido presidente. "Los atletas limpios tienen que saber que estamos de su lado", dijo el británico, que prometió la creación de un organismo independiente que se encargue de la investigación de los casos de dopaje.

El diario alemán Süddeutsche Zeitung afirmó el martes que "los cimientos de Coe se desmoronaron justo cuando empezó la reconstrucción" y se preguntó si la IAAF y el Comité Olímpico Internacional (IAAF) suspenderán a un país tan grande y poderoso como Rusia.

El británico The Daily Mail nombró a Coe la semana pasada como "el hombre probablemente más adecuado para el cargo", pero añadió: "Ayudaría mucho si eligiese bien sus palabras". Coe fue entrevistado por la Policía la semana pasada durante un registro de la sede de la IAAF en Montecarlo y calificó el informe de la AMA de "alarmante" y añadió que la IAAF evaluará posibles sanciones contra Rusia. "Haremos todo lo que sea necesario para proteger a los atletas limpios y restaurar la confianza en nuestro deporte", indicó.

El británico, que aseguró desconocer el caso de Diack hasta la semana pasada pese a ser su vicepresidente desde 2007, parece tener el apoyo de otras grandes organizaciones deportivas, como el COI. "Creemos que el nuevo liderazgo de la IAAF con Coe como presidente tomará las medidas necesarias", señaló el organismo olímpico.

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