El primer apellido de Ana Garitaonandia Ríos (Sevilla, 2001) viene del País Vasco, pero ella, igual que su padre, se ha criado en Coria, el lugar desde el que se está haciendo un nombre en el atletismo andaluz juvenil. Y es que a sus 16 años, es una de las velocistas más prometedoras del panorama.

Para Ana, correr significa superarse a sí misma. Y lo hace desde los 12 años. El colegio la escogió para correr una carrera popular y allí la captó uno de los entrenadores del Atletismo Coria, el club en el que comenzó a desarrollarse.

Atento a su proyección estuvo el Playas Castellón, que la reclutó hace dos temporadas. Fue de la mano de la entidad valenciana cuando las marcas de Ana explotaron. En el curso 2016-17 ya acumuló logros de alta valía, como colgarse el oro en 400 metros del campeonato de Andalucía sub-20 al aire libre, que se disputaba en Málaga. Allí paró el crono en 57,98.

La de los cuatro hectómetros es su distancia predilecta. "Es la única en la que me da tiempo a reaccionar", bromea acerca de su salida, en la que considera que pierde algún tiempo respecto a sus rivales. También acostumbra a competir en 200 y "en algún 100". En abril, en un control federativo en Carmona, consiguió correr los 200 metros un tiempo de 25,82.

Aunque el éxtito del que más orgullosa se siente la joven ribereña es más reciente. En septiembre, participó en el Campeonato de Europa sub-20 de clubes. En concreto en la prueba de 4x400, en la que ella y sus compañeras, Daniela García, Andrea Jiménez y Claudia Ponte, acabaron terceras. Un resultado que contribuyó a que el Playas Castellón terminase siendo el subcampeón en la categoría femenina con una puntuación de 103, sólamente por detrás del Fenerbahçe turco. 

Por delante, no obstante, quedan nuevos desafíos. Ana está preparando a conciencia el campeonato de España sub-20 de clubes, en pista cubierta, que se disputa en enero en Antequera. Y también mira un poco más allá, a los campeonatos de Andalucía, donde puede participar en la categoría sub-20, sub-23 o absoluta.

Quien le guía, desde hace años, es Sebastián Galán, el mismo que la ‘descubrió’ en aquella carrera popular. Ana reconoce que tiene sus rifirrafes con él, pero asegura que la ayuda de Sebastián es esencial. “Me sabe llevar, porque hay que saber llevarme”, cuenta con gracia.

Ana, que en diciembre cumple 17 años, entrena seis días semanales. Lo compagina con estudiar segundo de Bachillerato. "Ahora mismo me organizo bien y, hasta que pueda, intentaré llevar las dos cosas: aprobar y entrenar". Tiene en mente estudiar el doble grado en Fisioterapia y Ciencias de la Actividad Física y del Deporte.

Por el momento, su dinamismo en la pista invita a pensar que tiene un porvenir en esto del atletismo. Quienes han seguido sus progresos en Coria, a buen seguro, miran al horizonte con ilusión.