CB Canarias - Cajasol

Un rival directo... casi salvado (77-68)

  • El juego interior local, Úriz y las pérdidas propias conducen a una dura derrota con vistas al final de temporada. Tras llegar al descanso igualados a 34, el tercer cuarto fue otra pesadilla para los sevillanos.

Suele suceder que el día en el que todo tiene que salir bien para dar un salto casi definitivo a agarrar el gran objetivo de la temporada, la permanencia, se vaya al traste porque la mayor parte de las cosas salgan o se hagan mal. El Cajasol, con la puntualización de la gran primera parte de Holland y el apoyo de Blakney, dejó escapar una ocasión de oro para vivir algo más tranquilo lo que queda de temporada, serenidad que cedió a su oponente de ayer, un rival directo como el CB Canarias, al que será complicado, aun quedando 14 jornadas por disputar, contemplarlo la próxima campaña en la LEB Oro. Los veteranos isleños hicieron pupa a los jóvenes sevillanos, se llevaron la contienda, suman dos victorias en los duelos con los chicos de Aíto, por ende se apuntaron también el average particular... La jornada, pues, resultó festiva en La Laguna, más aún con las derrotas del Lagun Aro y el Manresa. 

Los visitantes, acaso fatigados con tanto trasiego por Europa del Este, fueron netamente inferiores a los canarios. Eso nadie lo pone en cuestión. Y como desde el inicio al choque se le cogió tirria, poca ocasión hubo de reconducir la situación. El Cajasol cayó con total merecimiento por varias razones. Permitió que Sekulic pareciera Sabonis debajo del aro, que el rocoso pívot de Podgorica anotara con suma facilidad, dejara algún recado en forma de codazo al zagal Balvin e incluso que el juego entre los interiores estuviera a la altura de los grandes de la Liga. Aun así, el inconmensurable Holland, hegemónico en el primer cuarto con 10 puntos, impidió que el conjunto de Alejandro Martínez abriera brecha ya en la primera decena de minutos disputados: 16-14. 

El Cajasol se está habituando peligrosamente a vivir a rebufo del contrario y si encima no hay acierto... Arrancó el segundo acto con el primero de los cinco triples de Úriz, un base que ya mostró las carencias de Satoransky en San Pablo y ayer brilló más aún. El checo, dolido en su orgullo, anotó cinco puntos, mientras que Asbury regala la primera bola que tocaba en la salida del balón (29-21). Volvió Blakney al parqué para tranquilizar el juego y viendo el base que poco había que rascar entre sus compañeros, decidió jugarse con acierto un par de balones, uno de ellos un triple (30-26). Holland estaba viviendo un sueño y con una canasta de tres en una contra dejó a dos a su equipo, que equilibró el litigio con otro triple de más de ocho metros de su escudero Blakney. Sin haber estado nada bien, el Cajasol llegó al intermedio con empate a 34. 

El comienzo de las segundas partes se atraganta y habrá que buscar los porqués. El déjà vu otras veces vivido volvió a resquebrajar el ánimo de los sevillanos. Úriz surtió de magia el partido. El base navarro dio una lección de control, dirección, anotación e intensidad defensiva. Volvió locos a Satoransky y a Blakney, quien sufrió en sus narices y sobre la bocina el acierto de Úriz con su cuarto triple del periodo teniendo al estadounidense pegado como una lapa. Si llega a tirar de gancho desde 6,75, también la habría colado. Levitaba ante su afición. 

El Cajasol pasaba un mal trago, con dos pobres puntos de Blakney como único botín. El juego interior estaba desaparecido, con Balvin recibiendo mamporros, Williams padeciendo una defensa que le amargó la existencia y Bogdanovic con la cabeza en otro sitio. Un contragolpe lagunero colocó el 45-36. Intentó amortiguar el golpe Aíto con un tiempo, pero cuando iba recortando poquito a poquito, con un tiro libre de Balvin, un lanzamiento cercano de Holland, un rebote con canasta de Satoransky (49-43)... de la chistera se sacó Úriz otros dos triples imposibles, aprovechando además la enésima pérdida visitante (20 en total), para hundir las esperanzas sevillanas (55-43). 

Un dos más uno de Lampropoulos -el griego y Sekulic acabaron con 29 puntos por 20 de los cinco interiores cajistas, nueve de ellos de Burjanadze y Balvin- disparó al CB Canarias a 15 antes de Blakney limara a 12 la desventaja antes del periodo definitivo. 

Ante la pérdida de papeles, Aíto ordenó una zona para cambiar la dinámica. Logró el objetivo y una trabajada canasta de Burjanadze dejó la distancia en siete (60-53), hasta que Alejandro Martínez pidió tiempo y ordenó a su base que rompiera la defensa por el centro y doblara la bola a la esquina. Dos triples de Rost y la fe de Lampropoulos echaron por tierra la reacción del Cajasol, que quizás eche de menos el triunfo en La Laguna.

Ficha técnica:

77 - CB Canarias (16+18+24+19): Uriz (21), Blanco (8), Rost (9), Sekulic (19), Donaldson (2) -inicial-, Richotti (4), Biviá (1), Heras (-), Chagoyen (3), Lampropoulos (10).

68 - Cajasol (14+20+13+21): Satorasnsky (14), Balvín (4), Holland (15), Tepic (3), Williams (5) -inicial-, Triguero (4), Asbury (-), Burjanadze (5), Sastre (3), Blakney (13) y Bogdanovic (2).

Árbitros: García González, Martínez Díez y Rial.

Incidencias: Pabellón Insular Santiago Martín. 4.209 espectadores según cifras facilitadas por el club.

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