Más vale otear el horizonte para darse cuenta de que la salvación de la categoría se debe hallar para el Cajasol en las próximas jornadas y no echar la vista más atrás, cuando el equipo de Manel Comas cierre el curso de la fase regular con un calendario terrorífico frente al Tau, Unicaja y Real Madrid. Más vale, por tanto, asegurar la tranquilidad pronto y no permanecer con el corazón en un puño a finales de abril y principios de mayo.

Sin olvidar la situación clasificatoria y el tropiezo poco decoroso en Fuenlabrada, al Cajasol se le plantea la ocasión de respirar aire más puro si sale indemne de los dos choques caseros que le vienen encima. El Gran Canaria y el Iurbentia no pueden salir ganadores de San Pablo. Con los vascos se presume un duelo más complicado, no así con los isleños. La escuadra de Salva Maldonado no conoce el triunfo en las diez jornadas que ha disputado a domicilio, cayendo incluso en el feudo de los dos peores conjuntos de la ACB: el Grupo Begar León y el Estudiantes. En cualquier momento puede cambiar la dinámica isleña, aunque suele ser un equipo que acostumbra a no sacar frutos de sus desplazamientos y sí de sus partidos caseros.

Aparte de este dato relevante para los intereses sevillanos, el Gran Canaria tiene una ventaja respecto a otros adversarios. Es un oponente enclenque, débil cuando compite en Sevilla desde que empezaron los enfrentamientos en la fase regular en diciembre de 1989.

Hasta en 14 ocasiones se han visto las caras el Caja y el Canarias con los hispalenses como anfitriones y el balance no puede ser más descorazonador para los visitantes, que únicamente han sumado una alegría por 13 decepciones en sus viajes hasta nuestra ciudad.

Fue en su segunda presencia en Sevilla cuando los isleños consiguieron la victoria, allá por el año 91, cuando derrotaron por 69-72 al bloque de José Alberto Pesquera. Desde entonces, otras 12 veces se midió al Caja San Fernando y en esa docena de ocasiones salió mal parado, con marcadores habitualmente cómodos para los locales.

Comas no se fía de estadísticas, historia y recuerdos. Sólo le insiste a sus jugadores, tanto en el recogimiento de Estepona como ahora en San Pablo, en que la concentración no puede faltar para lograr la séptima victoria.