-Mañana se enfrenta al entrenador que, desde la prensa, se ha señalado como uno de sus posibles sustitutos. ¿Cómo se lo toma?

-Me lo tomo como el presidente dijo, literalmente, que él pensaba en Joaquín a medio o largo plazo, términos que no han sido referidos. Hemos creado ya mucha literatura alrededor de todo esto.

-Sin embargo, esta semana ha sido tranquila en este aspecto. Los resultados lo cambian todo...

-Hemos vivido un momento movido, con una eliminación tan importante como la de la UEFA. Vino con una serie de circunstancias que algunas personas no analizaron con frialdad. En la eliminatoria, creo y afirmo, fuimos superiores al Oporto, y hubo crítica no constructiva. Hubo un poco de incertidumbre. Pero yo nunca he dejado de tener una visión objetiva y los resultados han venido a calmar esta tormenta, que de forma interna nunca hubo.

-Desde fuera sí ha cambiado la perspectiva para bien.

-Las perspectivas en el fútbol mejoran con el tiempo, como los vinos, cuando se sedimentan se analizan mucho mejor. Vivimos en un mundo tan frenético por ser el primero en decir lo más llamativo... A mí me gusta analizar las cosas con tranquilidad, no con el alboroto ni el acaloramiento de un resultado. Cuando termine el campeonato haremos una valoración, pero sí es verdad que hemos empezado a encontrar un equipo mucho más homogéneo. Y todo tiene una explicación, que es la incorporación de jugadores lesionados, o en baja forma, los dos nuevos... Ahora se está viendo que es un buen Sevilla, puede competir contra cualquier buen equipo, antes sí hemos tenido deficiencias. Pero ahora el equipo ha encontrado esa personalidad. Sale al campo sabiendo que puede ganarle a cualquiera. Ahora está capacitado para luchar, a poco que vengan dos o tres resultados positivos, por la cuarta plaza, aunque pareza una locura. Tiempo al tiempo.

-Ha habido un periodo de críticas constantes. Incluso se dijo que no dirige los entrenamientos y que delega mucho, cuando al principio se elogió ese distanciamiento...

-Yo llevo 12 años en Primera División, no soy un profano que tengo que enseñar en el Sevilla cómo entreno. En el club saben cuál es mi talante y nadie me va a ver trabajar para la galería. Este año alguna vez he voceado, que tampoco es mi estilo, pero hubo un momento en que había que hacerlo. Tengo un cuerpo técnico que lleva muchos años trabajando y sabemos cada uno cuál es nuestra función. El entrenador es el que da la última orden y el que tiene la última palabra. El trabajo fundamental, el táctico al final de semana, es del entrenador.

-Con Medel y Rakitic ha habido una mejoría evidente, como también con Jesús Navas, Fazio..., y con la mano del entrenador, ¿no?

-Lo único que hemos intentado es ir introduciendo jugadores que arrastraban problemas y necesitaban minutos con puntos en juego, Jesús Navas, el mismo Fazio, Perotti... Es una valoración que alguien, con dos dedos de frente, debe realizar. Esto tiene dos lecturas, o tienes resultados positivos o no los tienes y estás expuesto a todo. Pero la verdad sólo tiene un camino. Con todo, en ese camino hemos hecho cosas buenas, y malas. Nadie discute que los tres delanteros que tiene el Sevilla están marcando un récord histórico de goles. Hemos sido un equipo mucho más atrevido en ataque que miedoso defensivamente, ahí surge el gran problema, la defensa es nuestro campo de batalla. Luego ha habido momentos puntuales en las que nos ha faltado un punto de fortuna, sobre todo en la Liga. Y en ese camino hemos tenido que soportar las críticas y todo eso.

-¿Se esperaba un entorno con un nivel de exigencia tan alto?

-Sé que es exigente, pero no me ha absorbido, no me ha sobrepasado.

-Ese entorno exigente también ha valorado como positivo que con un entrenador de la casa, no usted, quizá no hubiesen llegado dos medios centro en invierno.

-Lo que estamos haciendo es construir un presente, pero también un futuro. Y mientras tanto, hemos hecho dos competiciones, la Copa y la UEFA, yo creo que dignas, y en la Liga sí hemos tenido más problemas. Ahora estamos a tiempo de disputar una plaza europea y, ¿por qué no?, una plaza de Champions. Es difícil, pero no inalcanzable.

-Con Medel sí es más equilibrado el 4-4-2 que tanto le gusta...

-Siempre me ha gustado trabajar sobre esa base y jugar con un rombo. Para eso hace falta un futbolista de contención, pero con movilidad, con buen equilibrio defensivo y una rápida salida del balón. Una de nuestras virtudes son las bandas, pero si la transición defensa-ataque no se hace con celeridad, perdemos la sorpresa. Y luego, me gusta jugar con dos delanteros que puedan complementarse. Sobre esa idea por fin hemos encontrado un equilibrio que sobre todo lo dan las dos piezas del centro.

-¿Había trabajado antes con tantos delanteros como en el Sevilla, y con dos extremos tan ofensivos?

-En Mallorca trabajé con Pandiani y Eto'o, y estaba Riera, muy ofensivo, y otro extremo más ofensivo que defensivo, Álvaro Novo. Los laterales tenían mucho fundamento en aquel equipo, porque son los que tienen que darle estructura al equipo. Si tenemos muchos hombres que trabajan por delante del balón, es fundamental que los de atrás equilibren bien y defiendan bien. Ha habido momentos con errores muy determinantes que nos han costado partidos.

-Las variantes que sacó ante el Villarreal, 3-4-3, y en Málaga, 4-3-3, ¿están descartadas o son reutilizables en ciertos partidos?

-El otro día en Santander, cuando quité a Dabo, trabajamos con defensa de tres, con dos hombres en las bandas, se volvió a ese dibujo. Y ese día combinamos, penetramos y fue una pena que se perdiera. Y en Oporto, quitamos a Sergio, por un tema puntual, y corrimos riesgos con tres defensas. Son partidos distintos y son sistemas que se ha demostrado que son válidos. Siempre con dos piezas en el centro del campo que equilibren el equipo.

-¿Le gustaría hacer una pretemporada para ahormar el equipo a su gusto, y ver esas opciones?

-Cuando llegué, mi único reto personal era que el equipo mantuviera la dignidad deportiva y compitiera al más alto nivel, como ha sido. Dicho eso, yo he tenido que acoplarme a la plantilla con un campeonato en juego, la plantilla se ha tenido que acoplar a mí, a una metodología nueva de trabajo, no sólo en el campo, sino interna, de vestuario. Cuando llegue el 30 de junio evaluaremos y analizaremos las cosas, porque así lo convinimos. Para un futuro, claro que sí me gustaría hacer una pretemporada, porque  cuando he trabajado con tiempo, creo que los datos están ahí, ha habido resultados viendo lo que habíamos previsto en pretemporada. Eso implica manejar los tiempos desde pretemporada con un equipo que yo deseo y que el club te ofrece para luego exigirte. Ahora lo que hay que hacer es terminar bien.

-Que Zokora y Romaric no entren casi ni como suplentes, ¿obedece a sólo a cuestiones tácticas?

-Ahora hay mayor competencia y hay que ganarse el puesto en los entrenamientos. Si tanto Rakitic como Medel dan un nivel superior a Zokora y Romaric lo van a tener complicado, pero por eso no tienen que dejar de luchar en los entrenamientos. Si uno da una nota de bien y otro de notable, el entrenador tiene que poner al que da notable. No estoy descontento con Zokora ni con Romaric, pero han venido dos compañeros que han puesto el listón más alto, y el entrenador tiene que ser justo. Es uno de los problemas de los entrenadores, que deben ser justos.

-Volviendo a las críticas que ha recibido, se le ha echado en cara alguna vez que tardara tanto en refrescar al equipo, en los cambios.

-A esto va a estar expuesto siempre cualquier entrenador, al análisis de un comentarista deportivo o un aficionado. Si Negredo marca en el disparo al larguero el 2-3 en el Calderón habríamos hablado de otra cosa. El resultado final lo marca todo. En Oporto, la primera parte la hizo Zokora para afrontar el desgaste físico para que luego saliera Medel, con el que ya estaba hablado que fuera el único medio defensivo con tres atrás. ¿Habría jugado los 90 minutos con el nivel de intensidad que jugó los 45? Todo es opinable, pero todo lo marca el resultado final del partido.

-¿Cómo ha logrado ese nivel de compromiso de Luis Fabiano, pese a que su salida ya se atisba?

-Luis es un jugador muy especial, y hay que interpretar lo que él dice en el contexto y el momento en el que lo dice. Yo he tratado a Luis de otra forma y comprende las cosas a la perfección. Él sabe lo que le he pedido, lo que le estoy pidiendo y lo que le pediré en un futuro. Sus últimas actuaciones demuestran que hay un Luis muy comprometido, con la calidad que tiene y la necesidad que tenemos de él. Mi trabajo es ése, intentar que todos los jugadores rindan, que estén comprometidos. Nadie duda de la calidad de Luis, pero hay que destacar su compromiso y su actitud, a pesar de todos esos comentarios. Y también quiero destacar el trabajo que está haciendo Negredo o el de Kanoute. Teniendo a los tres metidos, tenemos una de las mejores delanteras de la Liga y hay que seguir con esa eficiencia y ese trabajo. Sus números son de récord.

-¿Ha dado con la pareja ideal de centrales, Fazio y Escudé?

-Fazio es un hombre que aporta contundencia, salida de balón, personalidad. Es un futbolista que impone con su físico. Está a la altura de los mejores, de un Piqué o un Sergio Ramos. La pena es que se ha perdido casi medio año. El mejor Fazio todavía no lo hemos visto.

-¿Y como medio centro?

-Es un recurso. Cuando volvió lo hizo ahí, y se decía que Fazio no llegaba al balón, cuando estaba cogiendo minutos de juego. La situación de Fazio como medio centro sería para trabajarlo en una pretemporada. Si yo tuviera que hacer mi idea de equipo sería jugar con un medio centro de ese corte, como podría ser Fernando, el del Oporto. Ahora lo necesitamos atrás.

-¿Qué futbolista le ha sorprendido más al trabajar con él día a día?

-Si pienso en un jugador distinto por todo lo que hace, me quedo con Luis Fabiano, es un jugador de una calidad..., es un delantero formidable. Jesús tiene sus características también, pero Luis... Su golpeo, sus movimientos, sus cabezazos...

-Ya no se echa de menos ni a Kanoute, que parecía la pieza que engarzaba las líneas. ¿Con Medel y Rakitic ya no es imprescindible?

-A Kanoute lo hemos usado más retrasado, de enganche, hasta medio centro, pero eso requiere una exigencia física excesiva para él. Hay que tender a que esté cada vez más cerca del área, en eso estamos.

-Volvamos a San Mamés...

-Hay que hacer una adecuada lectura del partido, y no hacerlo rápido al principio, que es cuando ellos salen a por todas. Hay que echar el balón al suelo y no entrar en el cruce del cuerpo a cuerpo. Y jugar con cabeza. Me gusta que los jugadores piensen en el campo.

-En esta fase decisiva, el Sevilla se juega Europa y usted el sueño de estar en este club muchos años.

-Lógicamente. Yo no he venido aquí a trabajar y a pedir la cuenta. Si los dirigentes hacen esa evaluación final y quieren contar conmigo, estaré encantado. Si no, habré trabajado en una casa que quería y quiero, y siempre querré lo mejor para el Sevilla, en el presente y en el futuro. Pero quien decide por último es el presidente.

-Es su evaluación final...

-Tenemos que jugar con los seis equipos que están por delante y esto me gusta. Los grandes se nos han dado bien. Cuando terminemos valoraremos no sólo los resultados, que es lo más importante, sino otras cosas que la gente no sabe y que están viendo dentro del club.