Carlos Sastre se convirtió ayer en el séptimo ciclista español en ganar el Tour de Francia. Una saga de campeones que inició Federico Martín Bahamontes, el águila de Toledo, hace ya casi medio siglo. El triunfo de Sastre suma el undécimo título español de todos los tiempos y el tercero consecutivo, además con tres corredores diferentes, hecho que no se producía desde la décadade los 50, cuando los franceses Bobet, Walkowiak y Anquetil ganaron la ediciones de 1955, 1956 y 1957, respectivamente.

En 1959, Federico Martín Bahamontes se convirtió en el primer español en ganar el Tour. Un acontecimiento que marcó la historia deportiva de España. Además, el toledano ganó seis veces la clasificación general de la montaña.

Luis Ocaña tomó el testigo en 1973, cuando ganó la general y seis etapas. Dos años antes tuvo el Tour en el bolsillo, pero una caída arruinó sus ilusiones cuando le sacaba más de 7 minutos al belga Eddy Merckx, su enemigo número uno.

El tercero en pasar por lo más alto del podio de París fue Perico Delgado. Al igual que Sastre, se vistió de amarillo en la etapa de Alpe d'Huez. Y acabó con una larga decadencia del ciclismo español.

La era de Miguel Indurain, el mejor ciclista español de todos los tiempos, duró todo un lustro. De 1991 a 1995, el navarro impuso su ley contrarreloj y aguantó todos los ataques en la montaña, fue ganador de 12 etapas. Su inmenso historial cuenta además con dos Giros de Italia, un Campeonato del Mundo contrarreloj y un oro olímpico en los Juegos de Atlanta 96.

Diez años después, tras los siete Tours consecutivos de Lance Armstrong, Óscar Pereiro tomó el relevo de forma atípica en 2006, tras la descalificación por dopaje de Floyd Landis. Era el primero de los tres triunfos consecutivos para el ciclismo español.

En la edición de 2007, Alberto Contador consiguió el segundo, enfundándose el maillot amarillo a tres días de llegar a París, tras la expulsión del entonces líder de la carrera, Rasmussen. Ayer, Sastre se unió a esta lista de campeones.