Partido importante el que tenía el filial franjirrojo por delante, ya que jugaba en el Jesús Navas contra el líder en un partido vital de cara a la moral de los pupilos de Luci Martin, que llegaban al encuentro después de perder en casa del colista, el Atlético Malagueño por un contundente 3-0.

El partido se planteaba duro para ambos conjuntos, que desde el principio del choque vieron como las fuerzas estaban igualadas y los planteamientos defensivos eran muy parecidos. Los visitantes quisieron asegurar desde el principio su defensa, algo que también hicieron sus rivales con la tranquilidad que les otorga tener un colchón de puntos sobre el descenso.

Los primeros quince minutos transcurrieron con ambos equipos estudiando, aunque era el Melilla el que llevaba mayor peso en el encuentro. Lo intentaron pero no consiguieron hacer efectivo el dominio para crear ocasiones. Sin embargo, el Sevilla se acercó por medio de Chris Ramos que en el ecuador de la primera parte tuvo una ocasión que acabó errando el delantero sevillista.

Bryan Gil, titular con el filial después de haber sido convocado para el derbi, fue uno de los jugadores más incisivos pero tampoco fue capaz de crear excesivo peligro, algo que venía marcado por la dinámica del encuentro.

Fue el capitán, Curro quien tuvo la más clara de la primera parte para los locales pero el fallo era un presagio de lo que deparaba el partido ya que ni el final de la primera parte, ni el comienzo de la segunda tuvieron nada interesante salvo otra ocasión del capitán sevillista al comienzo del segundo acto.

El Melilla apretó pero el filial se supo defender en los momentos mas duros y Genaro, rozando los diez minutos finales pudo adelantar al cuadro local, pero el destino del partido era quedar en empate.

El filial consigue un punto de prestigio contra el mejor equipo de la competición hasta la fecha, algo que sirve para acercar aún más la permanencia y aumentar la moral sevillista.