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El siguiente e ineludible paso

  • Obligado El Sevilla debe seguir siendo autoritario en casa frente a un inquietante Almería para dar valor al triunfo en Palma y acercarse a la Champions Paz Jiménez apagó con acierto el fuego que avivó Luis Fabiano

El paso siguiente es ganar al Almería. De nada habrá servido el triunfo sumado la semana pasada en Palma de Mallorca ni el anterior en este mismo escenario frente al Villarreal si los pupilos de Manolo Jiménez no mandan al desolladero a este torito de difícil lidia como es el equipo del tan de moda Unai Emery. Revelación con todas las de la ley, el coco de las jugadas de estrategia, objetivo cumplido y escasa presión a no ser que se quiera calificar así a la ilusión que sí tiene este grupo de meterse en la Copa de la UEFA... muchos son los condicionantes que se ponen en contra del Sevilla esta noche en el Ramón Sánchez-Pizjuán cuando se trata de analizar al rival de turno. Y ninguno de todos esos peligros, además, podrá servir al equipo nervionense de excusa ante su afición si finalmente no logra meter los tres puntos en la talega con la que ansía llegar a la Champions.

Está en juego la oportunidad de acercarse más al objetivo. Habrá que gastar una bala más de las pocas que quedan ya y a Jiménez no le está permitido bajo ningún concepto errar en el blanco. El Sevilla está obligado a no tener traspié alguno en casa y después de tener los cinco sentidos pendientes de lo que haga el eterno rival en el estadio del Atlético de Madrid es ineludible que la victoria no se escape. Porque además está también el Racing y al mínimo síntoma de debilidad de los colchoneros, que ocupan ahora mismo la cuarta plaza, siempre aparecen candidatos a celebrar el resfriado ajeno.

El Sevilla ha quedado más que demostrado que tiene mejor equipo que el que vive en El Sardinero, aunque ya habrá tiempo de demostrarlo cierto miércoles en que en Sevilla ya resuenen los cohetes rocieros. Ahora, de momento, el paso siguiente es frenar en seco al Almería, que también es cierto que no gana lejos de su estadio desde que lo hizo en Valencia allá por el mes de enero. Sí es verdad que estuvo cerca de dar el disgusto en el Calderón y el gran favor que habría significado para el Sevilla, pero se quedó pronto con nueve hombres ante el gran potencial ofensivo de que disfruta Javier Aguirre y el 6-3 quedó reflejado en el marcador de aquella tarde que llegó a ponerse con 3-3.

La semana, como siempre ocurre últimamente en el entorno del equipo sevillista, no ha sido tranquila. Por una razón o por otra, en ocasiones por una decisión de Jiménez, alguna vez por cualquier información sobre el futuro de Daniel Alves y en otras por una de esas pataletas llenas de celo e inconformismo de Luis Fabiano, las semanas habitualmente están preñadas de polémica. No podía ser completa la tranquilidad por haber ganado al Mallorca y la buena noticia del empate en el último minuto del Atlético en Valladolid porque el díscolo y descentrado delantero brasileño no había dicho su última palabra. Todo tenía que ver con su cambio en el descanso del choque en Son Moix y todo lo terminó de emponzoñar su representante, que atacó sin venir a cuento al técnico de Arahal cegado por los millones de euros que se le paran en la mente pensando en que su pupilo le dé por ganarle a Cristiano Ronaldo la pelea por la Bota de Oro.

La suerte para el Sevilla es que Jiménez ha actuado como un verdadero profesional. Ha pasado por el asunto con elegancia y excelente acierto y ha quedado claro que lo que interesa es el colectivo sin dejar de darle a Luis Fabiano la importancia que merece. Tiene pinta el momento de que va a volver a jugar junto la pareja más goleadora de la Liga después de dos encuentros en los que Renato ha ocupado un lugar como el enganche perfecto. Hoy Kanoute apunta a titular para acompañar al desairado pichichi y también puede significar esa decisión que Poulsen regrese al once. El danés debe haber mejorado su nivel físico con el descanso de dos semanas que auspició la irrupción de Fazio como sostén táctico y surge la posibilidad de que forme pareja con Renato para que el que pase a la nevera esta vez sea Keita. Todo será bien recibido si los puntos al final no se escapan...

Adriano es la buena noticia por su vuelta una vez que su lesión muscular claudicó, cosa que no ocurre aún con las de Dragutinovic y Escudé. La defensa tendrá que extremar precauciones por lo de siempre, las jugadas a balón parado. En Mallorca no se libró de esta cruz aunque no le costara puntos, pero con la pericia de los almerienses en esta faceta del juego se puede esperar de todo. Máxime cuando Emery ha dedicado esta semana el mismo tiempo en ensayarlas que Jiménez en tratar de apagar el fuego avivado por Luis Fabiano. De momento una de estas hogueras ha sido calmada. A ver la otra...

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