Muchas miras se encontraban en el palco del estadio Ramón Sánchez-Pizjuán en un derbi que no levantó polémicas y que finalizó con sonrisas en el bando bético y seriedad en el local.

El presidente del Betis, Miguel Guillén, fue claro al valorar tras el partido el triunfo de los suyos y mostrar su satisfacción por los tres puntos logrados ante el eterno rival: "La verdad es que estoy muy contento. Teníamos nuestro objetivo, el de la permanencia, en nuestro poder antes de jugar este encuentro; pero vinimos a luchar por la victoria y queremos brindar este logro a la afición". No dudó en sentirse partícipe del triunfo en el Pizjuán: "Estoy muy orgulloso de este equipo y de este club". Por último, valoró el hecho de que el buen ambiente sea clave en este tipo de encuentros: "La rivalidad existe siempre, pero sólo en el terreno de juego; para todo lo demás debe primar la cordialidad".

La alegría de Guillén contrastaba con la seriedad de un Del Nido honesto en sus conclusiones sobre el desenlace del partido: "Quiero ante todo felicitar al Betis por su victoria, los goles marcan los triunfos en el fútbol y no hay nada que objetar". Pensando en el futuro, con las complicaciones generadas para lograr el pase a una competición europea, no dudó en ser realista e insistir en la necesidad de buscar los puntos hasta el final del campeonato: "La obligación será pelear los partidos que quedan en juego, aunque será difícil lograr el billete a Europa en lo que resta".

Del Nido también fue preguntado por la pelea por el título liguero y la situación del campeonato español: "Para el Sevilla fue malo, el campeonato se va a conseguir con unos cien goles. Habrá un día que no habrá competitividad porque Real Madrid y Barcelona ganarán todos los partidos".

Por último, mantuvo el silencio acerca del banquillo sevillista: "Ahora que hemos perdido, seguimos esperando a que termine la temporada para decidir".

También tuvo palabras para referirse al derbi Rafael Gordillo: "El equipo supo reaccionar tras el gol del Sevilla. Veníamos con el objetivo cumplido; aunque siempre se quiere ganar un derbi".

El primer encuentro entre los directivos de Sevilla y Betis se produjo con el almuerzo oficial junto al alcalde, Juan Ignacio Zoido. Miguel Guillén lideraba la expedición bética, que estaba compuesta por el vicepresidente Pablo Gómez Falcón, sus consejeros Fernando Criado, José Antonio Bosch y Fernando Casas, y su secretario Manuel Domínguez Platas. Además del presidente sevillista, también estuvieron José Castro, el subdirector general de Organización y Gestión, Manuel Vizcaíno, el consejero Pedro Ellauri y el secretario y vicesecretario del Consejo, Óscar Cisneros y José María del Nido Carrasco, respectivamente.