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Un sprint con otras miras

  • Fase clave Tras las dos victorias consecutivas en la Liga, el objetivo ahora es consolidarse en la zona media Equipo Melli entra por el lesionado Juanito, el único cambio en el once

Durante toda la semana, Paco Chaparro se ha encargado de marcar un nuevo objetivo a la plantilla y éste pasa por consolidarse en la zona media de la clasificación. Y para llegar a alcanzar esa meta, el Betis inicia un nuevo sprint, pretendiendo abandonar de una vez por todas los sótanos de la Liga BBVA, lo que obliga a vencer al Deportivo en Heliópolis. La idea del técnico trianero pasa por construir un Betis diferente, con unas miras más elevadas y en el que cada partido no se afronte como una final de infarto. Los tres puntos ante el conjunto gallego dejarían al equipo verdiblanco en una posición más desahogada, donde efectuar el fútbol de toque que Chaparro quiere imprimir como sello personal.

Para conseguir el nuevo objetivo marcado, el trianero esperaba contar con los mismos jugadores que han conseguido las dos victorias consecutivas, pero el contratiempo de última hora de Juanito, que no se recuperó a tiempo de su dolencia en la espalda, le obligará a dar entrada a Melli. El cambio es, simplemente, nominal, y el estilo de juego sí que será el mismo, al menos de inicio. Otro mérito de Chaparro ha sido el de conseguir que los béticos puedan recitar de memoria un once inicial de garantías, pese a contar con lesionados como Edu, Mark González o el propio Juanito. El magnífico rendimiento ofrecido por jugadores antaño discutidos, véase Capi o Damià, se ha sumado a la jerarquía establecida por Mehmet Aurelio y a las acciones de calidad de Sergio García o Emana. A éstos se les añaden los elementos de la vieja guardia encabezados por el polivalente Arzu, que volverá a ejercer sus dotes de mando en la zaga hasta que sea oportuno.

Pero las intenciones béticas se enfrentan a un equipo que ya se puede considerar bestia negra cuando visita Heliópolis. Cinco victorias en las diez últimas visitas deportivistas dejan entrever una dificultad añadida para los verdiblancos, a lo que se suman dos empates en ese mismo espacio de tiempo. El Betis no vence al Deportivo como local desde la temporada 2004-05, cuando dos goles de Marcos Assunçao sirvieron para poner fin a una racha de resultados favorables para los gallegos, y existen ganas de romper ese gafe.

No sólo los aficionados béticos guardan malos recuerdos del Deportivo. El propio Chaparro vivió una de sus peores noches en verdiblanco la temporada pasada, cuando su equipo cayó por 0-1, rememorando tropiezos que parecían olvidados. Incluso la derrota trajo consecuencias posteriores, después de que Ontanaya López, árbitro de ese encuentro, recogiera en el acta un supuesto corte de mangas del trianero, que le costaría una posterior sanción. Qué lejanos parecen esos tiempos tras comprobar el sello que el trianero está implantando en su plantilla.

Miguel Ángel Lotina, técnico deportivista, intentará repetir el éxito de la temporada pasada, aunque ahora haya abandonado el sistema de tres centrales y dos carrileros que tan buen resultado le ofreció. El juego gallego se ha encontrado con una dificultad añadida a la hora de la elaboración, lo que ha provocado una sequía goleadora de sus delanteros, únicamente rota por Riki en el partido de Copa. La presencia de Guardado y Lafita debe ser el antídoto para mejorar la versión ofensiva del Dépor, toda vez que el bloque sí mantiene signos de consistencia, al menos como visitante.

El duelo de la zona media cerrará la jornada liguera y, precisamente, ése es el objetivo de Paco Chaparro, alcanzar una posición tranquila en la clasificación para desarrollar su estilo de fútbol. El Betis quiere iniciar un nuevo sprint para olvidar los apuros de una vez por todas.

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