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Los sueños de Paco

  • "Mi ilusión es hacer campeón al Betis o al club que sea, porque no me voy retirar", desvela Chaparro · Tanto el técnico bético como Comas se repartieron halagos

No había coincidido con anterioridad, pero ambos conocían sus trayectorias y, después de más tres horas de almuerzo con la prensa, ambos se fundieron en un abrazo sincero. Paco Chaparro, técnico del Betis a sus 65 años, y Manel Comas, un mito de la ACB con 62, conectaron desde el primer momento. "Desde que me ha dado la mano sabía que nos íbamos a llevar bien", confesó Chaparro. Eso dio paso a halagos mutuos y a una serie de confesiones de dos hombres, con mil batallas, del deporte. Chaparro y Comas, dos viejos rockeros por los que no pasa el tiempo y que mantienen intacta la ilusión que les llevó a la elite, aunque cada uno haya seguido su camino.

"Lo primero que quiero decir es que soy seguidor de Manel Comas desde hace muchos años. Me gustan sus métodos, su manera de decir las cosas de una forma tan entendible para todos", comentó Chaparro, antes incluso de que los periodistas pudieran preguntar. Inmediatamente, Comas devolvió los elogios: "Lo seguí desde que se hizo cargo del equipo en una situación límite. Tenemos un dialéctico parecido, somos directos y, sin conocernos, desde la distancia me decía que con este señor voy a conectar siempre. No nos gusta ser un fraude, algo que en el deporte sería doble, porque no se puede engañar desde la dialéctica y eso nos pasa a los dos".

Tras los guiños iniciales, que continuarían entre ambos durante todo el coloquio, Chaparro comenzó a desvelar algunas cuestiones sobre su futuro. El trianero ha reconocido en más de una ocasión que aceptó la oferta del Betis porque de esa manera completaba un sueño. Ahora Chaparro no quiere que sus metas se frenen en el club de sus amores, aunque lo antepone a cualquier otro lugar: "El fútbol es parte de mi vida y yo tengo sueños. El día que no los tenga no puedo seguir entrenando y el mío es hacer un equipo campeón. Cuando se termine esa ilusión se acabó, porque los jugadores deben notar que lo estás viviendo. No me voy a retirar. Me gustaría ser campeón de Liga con el Betis, ya lo he dicho otras veces, pero si no son posibles ciertas cosas y tengo que coger otro equipo, lo haré y volveré a soñar".

De todas formas, Chaparro admitió que su oportunidad le ha llegado tras muchos años en el otro fútbol. "Estuve en el barro con el Isla Cristina o en el Granada, donde con un cheque de 7,5 millones de pesetas tuve que construir un equipo. Y ocho de ellos han acabado jugando en Primera", declaró el técnico bético, que afirmó que por su cabeza no pasa que sea demasiado tarde: "Me llaman y me dicen que se ha hecho justicia conmigo. He seguido preparándome hasta que me ha llegado la oportunidad. Y la voy a disfrutar, sean los años que sean. No me voy a amargar por el 3-0 del derbi, ni me va a llevar a la euforia un resultado como el del domingo. Esto me alegra porque es el reflejo de que se están haciendo las cosas que quiero".

De todas formas, el trianero reconoció que el salto al fútbol del primer nivel le obliga a cambiar en parte su personalidad, al menos en su relación con la prensa. "Algunas veces, si se recogieran mis palabras completas, no pasaría nada, pero si se sacan titulares, sí. Yo entiendo que buscáis los mejores titulares, intento ser como soy, pero tengo que aprender a actuar. Siempre he sido directo y no me gusta tener que falsear las cosas por lo que pueda pasar", afirmó el técnico, que tenía muy reciente la polémica surgida en torno a sus palabras del pasado martes, cuando indicó que Lopera y el Betis debían cambiar.

Cuando hablan Chaparro o Comas lo hacen desde la experiencia. "No tenemos el perfil de entrenadores jóvenes, pero sí otras cosas", indicaron ambos. Eso también influye en las relaciones con los jugadores, diferentes desde hace unos años. "Los jugadores de antes no tienen nada que ver con los de ahora y por eso tenemos que estar los entrenadores renovándonos, para cuando aparezca nuestra oportunidad", comentó Chaparro, en un aspecto que ahondó Comas: "Hay que hacer notar la diferencia entre el baloncesto y el fútbol. A éste último llegan los que lo eligen, mientras que al primero se hace por condiciones físicas. Si acaso escogen el base y el escolta, porque a los de 2,10 hay que perseguirlos. Además, hace 30 años los jugadores internacionales no cambiaban sus equipos por dinero, algo que sí ocurre ahora".

Y la batalla dialéctica continuó entre ambos. En algunos momentos, se explicaron las cosas el uno al otro, cuando Chaparro exponía sus métodos de trabajo, Comas asentía. Cuando éste hacía referencia a algún libro sobre el deporte, el bético sonreía. Ambos mantienen un concepto del deporte parecido. "Mis métodos de entrenamiento se basan en el baloncesto, en el balonmano y el hockey. Incluso utilizo los números del baloncesto para repartir las funciones. Los movimientos para defender, para acoplarse... Son los mismos", sentenció Chaparro, que también reconoció que la tarea de un técnico es obtener el máximo rendimiento de sus jugadores, aunque no sean los mejores de la categoría: "De cada 2.000 jugadores sale uno de elite, se pasan filtros. En un equipo puede haber tres o cuatro que no tienen el nivel para la categoría, pero si están en la elite, su calidad puede estar entre el 5,5 y el 6,5, pero de la elite. Hay que sacarles lo que tienen y si no, no eres bueno entrenando".

Pero Chaparro también aprovechó la ocasión para reflexionar sobre la tarea del entrenador en el fútbol actual, pues se les sigue en todo momento. "Lo que se ha dicho del seleccionador o de Capello es una pasada. Los han maltratado y a Capello lo trataron como si fuera un inútil. Quitó a algunos jugadores, como Ronaldo, con lo complicado que es eso, e hizo campeón al Madrid. Ha pasado lo mismo con todos los seleccionadores. Esos entrenadores han sido vapuleados. Fijaos en lo que dijo Manel, con gracia y bien dicho y algo que era difícil de pensar. Es tela marinera y mirad si es bueno que lo han vuelto a llamar", dijo el técnico verdiblanco, que incluso ofreció su opinión sobre Juande Ramos, del que fue segundo entrenador en el Betis: "Es un entrenador suave, muy suave, como Valdelagrana o Chipiona. Es el que mejor ve el juego desde dónde está. Es un fenómeno en eso y hace los cambios en el momento justo. Lo hizo en el Sevilla y al principio algunos no lo veían". Y no finalizaban. Se sentían a gusto. Lógico entre dos amantes del deporte.

Paco Chaparro, Manuel Jiménez Barrios y Manel Comas, entre los encargados del Restaurante 'La Raza', atienden a los medios de comunicación.

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