La temporada consume sus últimas semanas y los equipos rebañan las energías restantes. En el caso del Sevilla, las numerosas bajas en determinados puestos ha llevado a jugadores como Duscher a jugar más de lo aconsejable. Y eso lastra aún más la dificultad de este equipo para imprimir un alto ritmo de juego. Ayer, la circulación del balón fue una vez más cansina, pero los recursos individuales de varios puntales solucionaron el partido a Jiménez. Luis Fabiano y Jesús Navas, sobre todo.

Defensa

Ausentes Konko y Fernando Navarro, Jiménez decidió recuperar a Mosquera y Adriano. Y el colombiano volvió a evidenciar que abierto en la banda no está cómodo, que no sabe moverse, apretar o aguantar según requiera la jugada. Jurado lo vio claro y necesitó poco, apenas un amago o un recorte, para sacar el centro desde el costado. En uno de ellos, Escudé se quedó dormido y Aduriz se le anticipó para batir a Palop.

La intensidad del Mallorca fue relativa en piezas clave como Arango, lo que agradeció la zaga blanca, mejor pertrechada cuando el partido se puso de cara y Romaric, que entró por Luis Fabiano, blindó el centro del campo.

Ataque

Ante la telaraña tejida por Manzano, era primordial que los laterales apoyaran a los extremos. Mosquera lo hizo, Adriano también y tanto Jesús Navas como Diego Capel tiraron del juego de ataque cuando llegó el 0-1. El Sevilla reaccionó más por los recursos individuales que por los movimientos y el alto tirmo de juego colectivo. Duscher y Renato circularon la pelota con parsimonia y al Mallorca le daba tiempo de pertrecharse atrás para esperar. Pero tanto los extremos, con su velocidad y habilidad, como Luis Fabiano, un punta con muchos recursos técnicos, profundizaron cuando recibieron la pelota a pesar de que a veces tenían a un jugador bermellón encima. El brasileño propició la remontada con acciones individuales. Luego, la figura de Jesús Navas fue creciendo a medida que apareció el cansancio colectivo. Él tiene más fondo que casi todos. Y recursos .

Virtudes

La capacidad técnica de los jugadores de ataque.

Talón de aquiles

Le cuesta imprimir intensidad.