Herbalife Gran Canaria - Betis E-Plus · la previa

Un test para medirse

  • El Betis visita a un Gran Canaria sin margen de error para llegar a la Copa con la tranquilidad que da el balance de 3-3. Defender con solidez, importante para igualar el alto ritmo local.

Ganó lo que tenía que ganar -cambiando el triunfo ante el Estudiantes por la derrota ante el Manresa- y perdió donde muchos conjuntos caerán (en el Palau y en Tenerife frente al sorprendente Iberostar). El balance de 3-3 del Betis Energía Plus de Zan Tabak lo mantiene, de momento, en la mitad de la tabla, por lo que el duelo de hoy (13:00) ante un Herbalife Gran Canaria que empieza a arrancar tras un mal inicio puede servir para que el equipo se crea que puede mirar un poco más arriba o, como dice el técnico, da para lo que da y más vale no hacerse "movidas mentales" para no distraerse con nada.

Está bien tener claro cuál es el principal objetivo. Claro. Pero también inyectar un poco de veneno, algo de presión a una plantilla a la que quizá es mejor mantener viva. Con el gusanillo. Eso sí, ahora el calendario se complica, ya que tras la visita a Las Palmas y la posterior jornada de descanso, toca medirse en casa con el UCAM, visitar al Valencia y recibir al Baskonia. Quizá por ello no quiere Tabak presionar a los suyos, a sabiendas de que las lesiones y la lenta adaptación de algunos de sus pupilos están ralentizando el funcionamiento coral de un conjunto que si bien inició la campaña jugando a tirones ante el Obradoiro el pasado domingo ya dio una lección de lo que puede hacer como bloque.

La visita a Las Palmas para medirse con los de Luis Casimiro no es nada fácil. Si el preparador balcánico no quiere presionar a los suyos, el manchego no oculta que no estar en la Copa para su equipo es un palo. Y gordo. El Gran Canaria jugará con la presión extra de saber que no puede fallar, por lo que aguantar el tirón inicial será clave para tener opciones. Levantar una desventaja de 15 puntos como hizo en el último partido es misión imposible ante un Gran Canaria que tras iniciar la campaña con cuatro derrotas seguidas ya se ha bajado de la nube en la que se instaló tras conquistar la Supercopa.

Nada es imposible, pero para que sea posible hacen falta dos premisas: creérselo y defender. Y quizá lo primero pasa por hacer bien lo segundo. Es el lastre del conjunto verdiblanco, incapaz de mantener cierta regularidad en esa faceta. A veces le falta concentración; otras, comunicación; otra, simplemente, querer y no bajar los brazos. Regalar un cuarto o si quiera cinco minutos ante un rival de este calibre puede significar perder el partido, por lo que jugar con la misma intensidad (o más) que los locales los 40 minutos será fundamental para mantenerse siempre en el choque y, por qué no, usar la táctica del conejo que decía Manel Comas para sorprender al final.

La expedición bético, que se desplazó ayer hasta la isla, lo hizo al completo, incluido Radicevic, aunque por las palabras del viernes de Tabak parece más que el serbio viajó para ir entrando en la dinámica de grupo que para jugar minutos importantes, ya que apenas fue el último día cuando empezó a trabajar con el grupo y con la jornada de descanso a las puertas, la tranquilidad que otorga el 3-3 y la dificultad del rival, que en teoría no es directo, parece que forzar al serbio no es necesario.

Cierto es que Stojanovski está cansado ya de hacer de base, pero no lo es menos que con él al mando de las operaciones el equipo ataca con más cabeza y orden que con Chery. Y eso, ante un conjunto con bases puros y contrastados como Oliver y un McCalebb que empieza a ser el de la pretemporada puede ser importante.

Otra cuestión a tener en cuenta son los duelos en la pintura. Más centímetros en los visitantes, pero más físico en los locales. Hendrix está jugando a un gran nivel y la amplia rotación del Gran Canaria hace que actúe una media de 20 minutos por partido a un alto ritmo. No puede permitirse eso el Betis. Zoric juega a medio gas, tirando casi más de calidad que de ganas, pero cuando toma aire en el banquillo Triguero no es un referente ofensivo y el equipo echa en falta esa vía para sumar. Además, el croata está teniendo problemas con las faltas y en los últimos partidos se ha cargado demasiado pronto, lastrando a todo el equipo. El duelo Báez-Nachbat también promete. El primero tendrá el apoyo de Pablo Aguilar, con menos protagonismo de momento que en años anteriores, mientras que el esloveno, máximo anotador de los sevillanos, contará con la ayuda de un Milosevic que deberá demostrar si el buen partido que realizó ante el Obradoiro es flor de un día o si su paso adelante tiene contundida.

La tercera vía es el juego exterior. El Betis es el tercer conjunto que mejor tira desde más allá de la línea de los 6,75 metros (39,3% de efectividad), pero el de Casimiro es el tercer ataque de la Liga, en buena medida por el acierto de los Kuric, Salin, McCalebb, O'Neal, Oliver y Rabaseda. Un amplio abanico en el que cualquiera te puede dar el día. No le pasa lo mismo al Betis, en el que sólo Zoric, por dentro, o Stojanovski y Nachbar, por fuera, llevan el peso de un ataque incapaz de aguantar un partido a un tanteador alto. Así, todo pasa por defender primero.

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