Betis - Dinamo de Moscú (2-0)

Los titulares, de diez

  • Cuando Pepe Mel colocó a los que jugarán el lunes, el Betis marcó las diferencias. Teóricos suplentes como Matilla o Ustaritz no se reivindicaron.

Cuando se toma la decisión de jugar un partido en el estadio Benito Villamarín y ante un rival como el Dínamo de Moscú, con lo de imagen exterior que significa para el club, el consejo de administración bético, por más que la situación económica del club sea precaria y la presión de los administradores concursales sea atosigante, debería tener en cuenta más criterios que el dinero. Que casi los mismos aficionados que se acercan un domingo por la mañana para ver al filial, donde también hay que pasar por caja, sean los que acudan a presenciar un encuentro ante el tercer clasificado del último campeonato ruso señala bien a las claras que algo no se ha realizado adecuadamente.

El encuentro pareció más al típico de pretemporada, algo que era lógico en el caso de los rusos, a los que falta un mes para empezar su campeonato, pero que no deja en muy buen lugar a los suplentes béticos. No fue hasta la entrada del equipo que saldrá a jugar el próximo lunes en Zaragoza, con la única novedad de Cañas por Iriney con respecto a los que lo hicieron ante el Athletic, cuando el Betis se convirtió en dominador absoluto del encuentro. Con ellos llegaron los mejores minutos del equipo verdiblanco, que tuvo hasta dos ocasiones, una de Rubén Castro y otra de Jorge Molina, antes de que el propio delantero alcoyano aprovechase una asistencia del canario parar abrir el marcador. Precisamente, los papeles se cambiaron para el definitivo 2-0, cuando Rubén Castro aprovechó un balón suelto en el área, que había peleado antes Molina, para cerrar el marcador.

Mel, como tenía meditado desde el día anterior, optó de inicio por ofrecerle una oportunidad a los menos habituales para que adquieran ritmo de competición, aunque también hizo debutar con el primer equipo a dos nuevos canteranos, Carlos García y Nono, recién llegados de los entrenamientos que esta semana ha realizado la selección sub 19 en Las Rozas. Precisamente, estos dos jóvenes y Sergio recibieron el foco de atención de los presentes y apuntaron detalles interesantes. Sergio, en esa posición entre líneas donde normalmente se desenvuelve en el filial, intentó canalizar el juego de ataque verdiblanco, aunque apenas un disparo de Santa Cruz y otro de Carlos García desde la frontal inquietaron al meta ruso.

Carlos García exhibió su buena colocación y esa pausa que le otorga a la salida de la pelota e incluso se atrevió a acercarse al área rival. Nono, por su parte, enseñó desde su capacidad para los cambios de juego al dinamismo que lleva a abarcar una amplia zona de campo. De Matilla o Ustaritz, dos jugadores llamados a reinvindicarse, nada.

La segunda parte comenzó con los mismos jugadores que finalizaron la primera y el Betis salió con más mordiente. Una triangulación entre Nono, Sergio y Pozuelo acabó con un pase desde el extremo del trianero al que Santa Cruz en boca de gol no llegó por centímetros.

La salida de los teóricos titulares reactivó un encuentro que había perdido intensidad, tanto por la menor preparación del Dínamo como por los cambios que Sergey Silkin fue introduciendo, aprovechando las tres tandas pactadas anteriormente. Con el ritmo que Cañas y Beñat otorgaron a la circulación del balón, el equipo verdiblanco creó hasta cinco ocasiones de gol, además del logrado por Jorge Molina. Posteriormente, llegaría el definitivo de Rubén Castro, aunque Misimovic estuvo a punto de acortar distancias en el último minuto de partido, cuando estrelló una pelota en el larguero. Incluso los espectadores presentes en el estadio ovacionaron a Nelson, como recompensa al gol logrado el pasado sábado.

El conjunto verdiblanco realizó un entrenamiento con público ante el tercer equipo del campeonato ruso y demostró que ahora mismo se encuentra mucho más rodado que su rival. Lo único negativo, lo reseñado al principio. Y es que el consejo debería haber ofrecido, al menos, el encuentro para sus fieles abonados.

real betis: Goitia; Isidoro, Ustaritz, Mario, Chica; Carlos García, Matilla; Pozuelo, Sergio, Jonathan Pereira; y Santa Cruz. También jugaron: Nono, Fabricio, Nelson, Paulao, Dorado, Nacho, Salva Sevilla, Cañas, Beñat, Jefferson Montero, Rubén Castro y Jorge Molina. dínamo de moscú: Berezovskiy; Wilkshire, Epureanu, Granat, Lomic; Samedov, Noboa, Yusupov; Voronin, Kuranyi, Dzsudzsak. También jugaron: Fernandes, Semshov, Kokorin, Sapeta, Nekhajchik, Smolov, Misimovic. Goles: 1-0 (69') Jorge Molina. 2-0 (89') Rubén Castro. Árbitro: Mariscal Sánchez (sevillano). Amonestó a Voronin Incidencias: Partido disputado en el estadio Benito Villamarín ante un millar de espectadores. Los abonados béticos tenían que pasar por taquilla para adquirir unas entradas que costaban entre 5 y 10 euros. El público en general pagaba entre 10 y 15. El club sólo habilitó la grada de Preferencia y el primer anillo de Fondo ante el escaso número de entradas que se habían vendido.

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