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Sin el tridente, efectividad

  • Pese a las bajas de sus habituales goleadores, el equipo de Chaparro exhibió su mejor pegada · La presencia de Juande otorgó solidez y solvencia al equipo

En una semana en la que se habló más de la continuidad del técnico o de las bajas en la parcela ofensiva, el Betis de Paco Chaparro exhibió sus mejores virtudes en cuanto a eficacia. Si en algo se puede alabar al técnico ha sido en dotar a su equipo de competitividad, lo que le ha servido para ganar cuatro de los últimos cinco encuentros ante rivales como el Barcelona o el propio Atlético, equipos que luchan por la Liga de Campeones y no sólo por la salvación.

Defensa

Chaparro dispuso sobre el terreno de juego la misma zaga de los tres últimos partidos, aunque se vio reforzada por la presencia de Juande en el mediocampo, lo que ayudó a achicar balones. Juanito evidenció su buen momento de forma, fue capaz de tirar la línea con la suficiente distancia para ayudar al mediocampo, lo que repercutió en el buen rendimiento ofensivo. Ya sea en defensa de cuatro o de cinco, como acabó el encuentro, el Betis desprende seguridad, una virtud suficiente para garantizar la permanencia.

Ataque

Las ausencias de Mark González, Pavone y Edu hacían prever un Betis con dificultades en la zona de ataque, pero ocurrió todo lo contrario. ¿El motivo? La buena disposición táctica del equipo de Chaparro, que supo aprovechar su dominio del mediocampo para incorporarse en el ataque y así llegaron tantos el gol de Juande como el de Capi, con aprovechamiento de la segunda línea. Incluso la presencia de José Mari, al que no le faltan ganas pero que evidencia síntomas de declive, no fue óbice para golear en el Vicente Calderón.

Virtudes

Como en La Romareda, el Betis realizó el partido que necesitaba. Solidez y contragolpe.

Talón de aquiles

Darle vida a un equipo que pedía la puntilla.

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