Se presentaba un encuentro complicado. La visita del Demo al campo de La Barrera, en la ida, acabó con una réplica de batalla campal. Y los había que aguantaron sin olvidar hasta que llegó el día de ayer, el del partido de vuelta.

El compás del inicio de encuentro era gélido. La Barrera, de visitante en esta ocasión, llegó al campo de Miraflores con la intención de pensar en fútbol, pero el recuerdo y la palpable tensión del público le impidió centrarse en el juego del balón y del pie. Y nada más sonar el pitido inicial, el jugador local Junama vio la tarjeta roja directa, lo justo para crispar a un público a poco de la erupción.

El inconveniente de jugar con diez encendió una luz en los jugadores del Demo. El conjunto local pareció olvidar rencillas y se limitó a la práctica futbolística. En ésas llegó el único tanto del partido, el definitivo. El local Fran recogió uno de estas pelotas rechazadas en el área que parecen estar vivas. Tras una interminable tanda de botes sueltos, el defensa remató al fondo de la portería.

El tanto hizo de música que amansó la fiereza del público asistente. Pese a todo, el colegiado hubo de interrumpir el encuentro hasta tres veces. Y el Demo controlaba el juego. Fue sumando oportunidades erradas y, a medida que pasaban los minutos, dirigiéndose al sexto encuentro ganado de modo consecutivo.