-¿Le espera un ambiente infernal al Cajasol?

-No por este partido en particular. En esta ciudad hay un gran ambiente de básket todo el año. Se va a llenar el campo y el público nos echará una mano. Pero todo se decidirá en el campo. Y el que mejor lo haga y maneje la presión, se llevará el gato al agua.

-¿Es este choque la tabla de salvación leonesa?

-Mientras matemáticamente tengamos opciones... Pero sabemos que podemos fallar poco, hay pocas balas en la recámara y ésta es una de las últimas, nuestro margen de error es mínimo.

-¿Qué cuentas echa?

-No, no, no. Hace tiempo que no las echo porque la experiencia y el tiempo te dicen que no valen. Perdimos en Badalona y cuando vimos los resultados de Estudiantes, Cajasol, Fuenlabrada y Menorca pensé que para qué quiero hacerlas. Dependemos de nosotros mismos.

-¿El Cajasol puede bajar?

-Puede bajar todo el mundo y quedar campeón todo el mundo. Ganó la Liga el Manresa y luego descendió. Es una competición muy exigente y unos tenemos más papeletas que otros, no sólo por la capacidad presupuestaria sino por cómo lo has hecho durante el año.

-¿Para ganarle al León hay que parar a Bulfoni y a Rick Hughes, sus dos mejores hombres?

-Cuando se miden a nosotros dicen que hay que pararlos, y no todos los consiguen. Parar a Ellis y a Bennett no será todo lo que tengamos que hacer para vencer al Cajasol. Tienen jugadores importantes. En Sevilla frenamos a algunas referencias y fue Ignerski quien nos hizo mucho daño. En la segunda vuelta hemos cambiado mucho ambos. La llegada de Jackson nos da más argumentos ofensivos; lo hemos notado en Granada. Estamos en un buen momento, pero salir de abajo es difícil. Juegas con presión añadida y esa ansiedad te condiciona.

-Pero el León está más habituado a esta ansiedad.

-En teoría sí . Nunca te gusta estar ahí y pensábamos que podíamos ir mejor. Se nos escaparon algunos partidos por poco y no entramos en una buena dinámica. Quizás el Cajasol, sin tantas limitaciones presupuestarias o porque hizo un equipo para estar arriba, se ve en una situación más complicada. No sé si sabe manejar mejor que nosotros esta situación, pero su plantilla es potente y nosotros estamos más limitados. Quedan 12 partidos y hay que encauzar las ansiedades para que sumen y no resten.

-¿Y cuál es el método para derrotar al Cajasol?

-Ambos hemos contratado a dos bases. Siempre intentas mejorar a través de la dirección, fichas para controlar más el juego, para que haya una mejor lectura. Y eso hay que hacer para poder ganar al Cajasol, aparte de defender, rebotear, no cometer errores, que es obvio, pero es importante el timing del juego, y tener más rigor táctico que el contrario. Por ahí va a pasar el partido.

-¿Y su ruidosa afición puede hacer que el Cajasol, no muy duro de mentalidad, se venga abajo?

-No lo puedo asegurar porque no conozco tanto al Cajasol para saber si es frágil. Supongo que Manel habrá trabajado eso porque él no es precisamente frágil. No habrá relajación ni fragilidad mental. Jugamos en casa y habrá un público incondicional que no nos da la espalda.

-¿Parte su rival con ventaja en la posición de base? ¿Bennett puede desequilibrar?

-Es importante su llegada y para nosotros igual la de Jackson, aunque no todo van a ser los bases. El rebote será prioritario, y a veces los partidos los ganan los secundarios, puede estar muy igualado y que los octavos o novenos jugadores decanten la balanza.

-Hay descompensación entre el juego exterior y el interior de los sevillanos. ¿Atacará el flanco de los pívots?

-Puede ser una baza, pues nosotros estamos siendo muy equilibrados. Espero que seamos capaces de cortar la producción de sus hombres interiores. A ver qué día tienen Kakiouzis, Bueno... Yáñez está lesionado y no tengo un alero alto como Ignerski; Evans es mucho más interior que él.

-¿Tendrá prima la plantilla del León si gana?

-Ja, ja, ja. Estamos contentos porque el club nos paga a final de cada mes y eso supone una gran satisfacción porque se hacen verdaderos esfuerzos.

-A Manel le encantan los partidos en pabellones hostiles...

-Tanto Manel como yo estamos bastante curtidos, llevamos muchos partidos. Creo que él cerca de 700 y yo de 600. No nos extrañamos de nada. La afición de León es muy correcta, anima a su equipo y eso da un plus, pero al final no mete canastas, ni pierde balones, ni falla los tiros libres.