Desde su llegada a Heliópolis, Héctor Cúper se ha habituado a preparar los partidos en medio de convulsiones, tanto deportivas, por la pésima clasificación del equipo, como institucionales, con rumores de todo tipo sobre el futuro de la entidad y con declaraciones altisonantes de algunos de los que mandan, o más bien figuran, en el club. Y en esta semana no iba a ser menos.

La debacle ante el Levante, partido que se había imaginado como punto de inflexión para la temporada verdiblanca, colocó al Betis de cara a su cruda realidad. Cuando más fácil parecía el triunfo y el equipo había conseguido mejorar en su juego ofensivo, volvieron a aparecer errores individuales que dejaron en evidencia a alguno de los componentes de la plantilla. El mismo Cúper ha señalado a Lima, que se queda fuera de la lista esta semana tras cuatro partidos consecutivos como titular, aunque el capitán Juanito, que no jugará por sanción, tampoco estuviera afortunado.

Las consecuencias de la derrota han sido la vuelta al mismo punto de hace dos semanas, justo en la previa del Zaragoza, cuando nadie podía garantizar la continuidad de Cúper si no vencía al conjunto maño. El Betis ganó y el técnico alargó su crédito dos jornadas más. La situación es ahora parecida, aunque Cúper no está tan en el alambre como pudiera parecer e incluso el propio Lopera lo ratificó el pasado viernes, algo que no había ocurrido hasta el momento. Salvo debacle ante el Atlético, el técnico argentino seguirá una semana más en Heliópolis, aunque con un triunfo su panorama sería más alentador. Al Betis ya no le valen las excusas y necesita conseguir los tres puntos para espantar los fantasmas de un catastrófico descenso, a la vez que la plantilla necesita reivindicarse ante los suyos y acallar las críticas del consejo.

Como no podía ser menos, Cúper ha tratado durante los entrenamientos de recomponer la línea defensiva, la misma que en los últimos partidos se ha mostrado vulnerable y causante de las derrotas. Si el técnico apuesta por lo ensayado en el día a día, la zaga sería totalmente novedosa. El esloveno Ilic ocuparía el lugar de Damià, que ha ido de más a menos tras su regreso a los terrenos de juego. El canterano Zamora, que debutaría con el primer equipo tras firmar su contrato profesional, sería la pareja de Melli, que también volvería al once. Mientras que Fernando Vega estaría de nuevo en el lateral zurdo.

Y decimos que Cúper ha trabajado intensamente con la defensa, con ejercicios específicos e insistiendo en aspectos básicos del juego, como que un balón no puede botar tres veces en el área ante la pasividad de los centrales, esos errores groseros de la retórica del técnico argentino. Pero su preocupación no sólo pasa por la fragilidad de su equipo. El rival es el segundo máximo goleador del campeonato con 27 goles, aunque lejos del Vicente Calderón sólo ha marcado cinco y destaca más por su fortaleza defensiva, al ser el equipo menos goleado como visitante.

La pareja de delanteros formada por Forlán y Agüero ha hecho olvidar con prontitud al otrora ídolo Fernando Torres y se ha convertido en una de las sensaciones del campeonato. Precisamente, el delantero uruguayo fue determinante la pasada temporada en el empate de su equipo, entonces el Villarreal, ante el Betis al anotar dos goles en el destierro del Estadio de la Cartuja.

Aguirre acude a Heliópolis sin desvelar el once, ya que prefiere aguardar al día del partido para conocer el estado físico de sus jugadores, tras el esfuerzo del pasado jueves en la UEFA. Todo apunta a que el mexicano colocará a su equipo de gala, salvo en el lateral diestro, donde el zurdo Antonio López apunta una vez más a solución de emergencia.

Justo un año después de su último triunfo en Heliópolis, en una noche para olvidar con dos penaltis errados por los béticos, el Atlético es el rival a batir por los de Cúper, al que ya no le valen más excusas y sí ganar, como sea.