La enorme diferencia de potencial entre el Sevilla y el Karpaty y las escasísimas opciones de clasificación de los ucranianos para la siguiente ronda de la Liga Europa invita a la confianza. De hecho, en el ambiente hay una relajación que puede ser peligrosa si se transforma en menosprecio. Más aún si el Ramón Sánchez-Pizjuán presenta una pobre entrada por el escaso atractivo del rival. Desde la perspectiva local se podría entender que el conjunto de Lviv es el rival idóneo para que pague los platos rotos en el Camp Nou. Pero la visión que tienen en el club ucraniano es distinta.

El Karpaty está viviendo una experiencia nueva en la parca trayectoria de este club fundado en 1963 que antes apenas había tenido una participación europea, en la Recopa, tras ganar la Copa de la URSS en 1969. Y quiere exprimir esa vivencia hasta apurar el último sorbo. Igor Jovicevic es un trotamundos que estuvo entre 1991 y 1996 en la cantera del Real Madrid. Entrenó con Rafa Benítez y jugó con Esnaider, Fernando Sanz, Guti, Raúl... Es el transfer director del Karpaty, su director deportivo. Buen conocedor del fútbol español y admirador de su homólogo Monchi, el croata es consciente de la tremenda diferencia de potencial entre el Karpaty y su rival de mañana. Pero también desliza cuáles son las bazas ucranianas en Nervión.

"Tenemos otra perspectiva -reconoce-, es la primera vez que jugamos en Europa y, aunque el resultado sea adverso para nosotros, es una experiencia maravillosa y no nos damos por vencidos", añade confiando en que la falta de presión los ayude a dar la sorpresa en Sevilla. "Hemos perdido porque nos falta experiencia y porque el otro equipo fue más maduro y experto, aunque ante el Sevilla hicimos el peor partido de la fase y tenemos ganas de dar otra imagen".

Según el director deportivo del Karpaty, la derrota del Sevilla en el Camp Nou puede ser una baza para que su equipo le busque las cosquillas al de Gregorio Manzano: "El Sevilla tiene jugadores de primer nivel, aunque han pasado apuros el sábado en el Camp Nou. Creo que es un punto a favor que no salgan con mucha confianza. Ellos sintieron lo mismo en Barcelona que nosotros contra el Sevilla, cuando nos vimos impotentes. Con PSG y Borussia sí dimos la cara, no nos hemos visto tan inferiores. Venimos con confianza", asegura a pesar de que el equipo que dirige Oleg Kononov perdió en casa 3-4 ante los alemanes y 2-0 en París.

Kononov no ha cerrado una convocatoria de 18 jugadores. Llegará a Sevilla esta tarde para alojarse en el hotel Barceló Renacimiento con los 24 profesionales disponibles, entre los que está el delantero Zenjov. "Se ha recuperado después de no jugar varios partidos por problemas de aductores. Veremos si lo pone de titular", asegura Jovicevic con optimismo sobre el papel que pueda realizar al contragolpe el internacional estonio de 21 años. Precisamente la juventud y la rapidez son dos de las armas en las que confía el cuerpo técnico ucraniano: "Son nuestras señas de identidad, la rapidez, la juventud y concretar arriba las ocasiones. Jugamos con 4-3-3 y con el balón queremos llegar a la portería por el camino más corto, porque tenemos jugadores muy rápidos. Le hemos dado dolor de cabeza al Dinamo o al Shakhtar. Vamos con los dientes afilados", advierte Jovicevic, quien también señala el peligro de Khudobyak o Holodiuk como bazas para ese presumible juego de rápidas contras.

Para todos ellos es una experiencia por vivir la visita a Sevilla, incluido el propio presidente del club, Petro Petrovich Dyminsky, magnate de 55 años que rige la petrolera Wog. Todos quieren ver cómo funciona un club como el Sevilla, hasta Jovacevic, que jugó en el Karpaty hasta 2004 y lleva dos meses en su nuevo cargo. "Yo soy un principiante en esto, pero tengo muchos contactos y muchos conocimientos en fútbol. El tema de olfato y de estructura que tiene la red de ojeadores del Sevilla es lo que me gustaría que me explicara Monchi, porque es un espejo donde mirarme", dice el croata.