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Economía

Agbar cierra con éxito un plan para sanear las aguas de Santiago de Chile

  • La empresa española inaugurará en mayo de 2012 la tercera planta de tratamiento de aguas residuales en el país andino con una inversión global de 747 millones de euros y en un tiempo récord de 12 años

Agbar (Aguas de Barcelona) está a punto de culminar en Chile un modelo empresarial para abastecer y sanear el 100% de las aguas residuales del área metropolitana de Santiago de Chile, donde residen casi la mitad de los 17 millones de habitantes del país sudamericano. En mayo de 2012 habrá completado una inversión de 747 millones de euros a través de Aguas Andinas - entidad controlada por la firma española que preside Ángel Simón Grimaldos-, para poner en marcha la planta de tratamiento Mapocho. Ésta será la tercera en Chile y con ella se conseguirá en sólo 12 años cerrar un ciclo de abastecimiento y saneamiento que en otros lugares como Madrid o Barcelona han exigido plazos de hasta 30 años.

"El agua es nuestra pasión". Así arrancó Simón Grimaldos su intervención ante los 350 participantes de la jornada del ciclo Aquaforum que, bajo el título de Océanos de agua, se celebró el pasado 6 de diciembre en Santiago de Chile -la primera vez que se lleva a cabo fuera de España-, para explicar los detalles de un modelo "único, eficaz y asentado en nuevos valores". El presidente ejecutivo de Agbar, que también controla en España la filial local Aguagest, ensalzó un proceso "exportable" al resto del mundo y que incorpora un plan tecnológico innovador para el tratamiento de lodos mediante hidrólisis térmica, además de otras fórmulas pioneras de aprovechamiento de energías renovables.

La filial chilena Aguas Andinas, cuyo socio mayoritario es IAM (Inversiones Aguas Metropolitanas) -un holding del que Agbar posee el 56%-, supone hasta ahora para la empresa española de agua la mejor experiencia empresarial y de negocio de entre los abiertos en una decena de países. No en vano, la primera empresa medioambiental del país andino, con alta especialización en tratamiento y gestión de las aguas, factura más de 520 millones de euros al año, con un beneficio neto próximo a los 150 millones.

Pero Agbar, que impulsa en Chile proyectos educativos dentro de su área de responsabilidad social corporativa, no sólo pretende cerrar el ciclo de abastecimiento y saneamiento de aguas para los 6,7 millones de habitantes de la capital, sino que la presencia de la empresa española en el país sudamericano no tiene fecha de caducidad. Más bien todo lo contrario, porque también creará un centro tecnológico de innovación del sector para el que Ángel Simón advirtió que necesitarán "personas con conocimiento" en un país que, en su opinión, genera "credibilidad" por su estabilidad jurídica y seriedad a la hora de afrontar los planes de inversión.

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