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Economía

"Cataluña está mostrando el camino de reformas que debe seguir España"

  • Mariano Puig advierte que el nuevo Gobierno sólo tiene ante sí "decisiones difíciles" que tomar y que, haga lo que haga, "tendrá problemas en la calle" · En educación y sanidad, afirma, hay muchos aspectos "tocables"

-Puig empezó siendo una pequeña empresa de perfumería que importaba productos de Francia y hoy es un grupo internacional que factura 1.200 millones de euros, ¿la compañía seguirá siendo familiar o entre sus planes está la salida a Bolsa?

-En esta vida nunca se puede decir de este agua no beberé, pero, en estos momentos, el 100% del grupo está en manos de la familia -excepto algunas divisiones en las que participan socios externos-. No hay necesidad de salir a Bolsa, pero la compañía se gestiona de una forma profesional, como si estuviera cotizada, con transparencia total, auditada, controlada. Si llegara el día, estaríamos preparados.

-Puig ya va por la cuarta generación, ¿le costó pasar el testigo?

-Nos encargamos de crear un protocolo para abordar el relevo generacional, la gran trampa de la empresa familiar. Desde que tomamos la decisión hasta que dejé de tener responsabilidades en la cuenta de resultados de la compañía pasaron ni más ni menos que 18 años. Es un proceso muy largo, pero hay que tener claro que no somos dueños absolutos, sino administradores de un patrimonio que debe transmitirse a nuevas generaciones.

-¿Los puestos de responsabilidad deben ocuparlos los miembros de sangre o deben estar abiertos a otros profesionales?

-Por encima de todo, siempre debe prevalecer la meritocracia. Poner a alguien de la familia en un lugar que no es el suyo se acaba pagando caro. No se puede colocar a un hijo de número uno porque sea el primogénito si no es un buen gestor. Sería un problema a la larga.

-¿Han tenido que enfrentarse a esta situación alguna vez?

-En 2003-2004, Puig atravesó una crisis importante: la posición competitiva se deterioró y acumulamos una deuda enorme. Tuvimos que tomar decisiones drásticas. Hubo todo un tsunami en el vértice de la compañía, cambiamos a muchas personas. Fue un proceso desagradable porque, en la empresa familiar, se mezcla lo emocional con lo profesional, pero si no se hubiera hecho, hoy no estaríamos aquí.

-¿Qué tienen de especial las empresas familiares para contribuir a salir de esta crisis?

-Son la antítesis del capitalismo especulativo. Nosotros hacemos economía real, creamos empleo y riqueza.

-¿Cuál cree que debería ser la primera decisión que tomará Rajoy como presidente del Gobierno?

-El gran problema de España es el paro, y con las leyes y rigideces actuales nadie va a contratar. Por tanto, la decisión más importante e inmediata que debería asumir el nuevo Gobierno es la del contrato laboral. Eso sí, Rajoy debe saber que, decida lo que decida, tendrá problemas en la calle.

-En términos laborales, ¿comulga con las propuestas de la CEOE?

-Como persona que emplea demando cualquier cosa que flexibilice la situación actual.

-¿Eso en qué debe traducirse? ¿Apunta a acuerdos trabajador-empresa que no se rijan por los convenios, a abaratar el despido...?

-Olvídense de abaratar o encarecer. Hablar de esto me pone negro. Lo importante es crear las condiciones para que la gente emplee. Imagine que crea una empresa, que da trabajo a cinco o seis personas y que, dentro de un año, le va mal y tiene que seguir pagando los salarios porque no puede flexibilizar el sistema. Eso le puede llevar a la ruina y es lo que ha sucedido a muchas de las empresas que conozco.

-Lo de mantener plantillas reduciendo márgenes no lo contempla...

-El margen en la empresa es como el oxígeno para el ser humano. Sin margen, dela por muerta.

-El presidente de Mango y del Instituto de Empresa Familiar (IEF), Isak Andic, pidió a Rajoy no hace mucho "medidas difíciles" para salir de la crisis, ¿es la única fórmula?

-No tiene ni una fácil por delante. Estamos totalmente arruinados, señorita. No sólo arruinados, sino debiendo mucho dinero. Si no lo devolvemos, no tendremos credibilidad y nunca más nos prestarán el crédito que necesitemos.

-¿Hay algún capítulo intocable al que no haya que meter la tijera?

-En esto hay mucho populismo. Si se habla de educación y sanidad, algunos ponen el grito en el cielo, pero hay muchas cosas tocables en esos dos segmentos sin llegar a causar un efecto desastroso.

-Cataluña, con sus recortes, ¿es la avanzadilla de lo que ocurrirá en España en los próximos meses?

-Cataluña está mostrando el camino de las reformas que deberá seguir España. El Gobierno catalán ha tomado unas decisiones importantísimas y correctas. Antes de las elecciones generales, todos pensábamos que sería sancionado, pero ha ocurrido todo lo contrario: la gente valora que los políticos digan la verdad y no vengan con la sopa boba. Y, no nos engañemos, todos somos conscientes de que son medidas que, aunque nos afecten, había que tomar.

-¿Cree que, al final, a España la acabarán rescatando?

-Confío en que el nuevo Gobierno ponga en marcha las iniciativas adecuadas para evitarlo. Ninguna de ellas va a sentar bien a la ciudadanía porque, directa o indirectamente, todas tocarán a nuestros bolsillos, pero no queda más remedio.

-¿España se quedará en la primera o en la segunda división de la Europa que se está gestando estos días en la UE?

-Estamos en un momento crítico y todo dependerá de si los españoles somos capaces de hacer lo que debemos.

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