Iberdrola aseguró ayer que "las empresas ya han hecho un esfuerzo enorme" en los sacrificios solicitados por el Gobierno a consumidores, compañías y Administración para acabar con el déficit de tarifa, hasta el punto de que en la actualidad paga más en impuestos que en gastos de personal, según indicó el presidente de la compañía, Ignacio Sánchez Galán, en una conferencia con analista para presentar los resultados del primer trimestre.

En el caso de España, Iberdrola ha sufrido un recorte del 20% en su retribución de redes y ha afrontado un gasto de 122 millones en el primer trimestre relacionado con los nuevos impuestos del 7% a la producción eléctrica y a la actividad nuclear e hidráulica. Los diversos impuestos en vigor en el país "superan en un 30% nuestro coste de personal", afirmó Galán. En total, incluido su negocio internacional, Iberdrola paga 464 millones de euros en tributos, sin incluir el impuesto de sociedades, frente a 434 millones en personal. Los tributos se han "más que duplicado" durante el trimestre, no solo debido a la situación en España, sino también a una carga adicional de 42 millones relacionada con los nuevos programas de eficiencia en Reino Unido, explicó la compañía.

La compañía achaca a este incremento de la carga fiscal, junto al peor comportamiento del negocio en Brasil, la caída del beneficio del 14,1% en el primer trimestre del año, en el que ganó 878,6 millones de euros. En total, los ingresos del periodo bajaron un 1,2 %, hasta los 9.221,9 millones de euros; mientras que el Ebitda se redujo un 3,7 %, hasta los 2.278 millones. Iberdrola anunciará nuevas desinversiones en los próximos meses y prevé completar con éxito su plan de vender activos no estratégicos por 2.000 millones antes de finales de 2014, para lo que debe aún desprenderse de bienes valorados en 900 millones. "Somos un poco germánicos, y los planes hay que llevarlos a cabo", afirmó Galán al ratificar el compromiso de Iberdrola con sus objetivos estratégicos.