Banco Sabadell alcanzó en los nueve primeros meses del año un beneficio neto de 653,8 millones de euros, lo que supuso un 1,1% más que en 2016, un alza que alcanza el 4,2% si se tiene en cuenta la variación a tipo constante. La entidad, que ha trasladado su sede a Valencia por la situación en Cataluña, mantiene su previsión de cerrar el año con beneficio de 800 millones.

En Andalucía, alcanzó cifras de volumen de negocio de 14.625 millones de euros, destacando las cifras de concesión de crédito nuevo a empresas y particulares. En la financiación a particulares, destacan la financiación hipotecaria para compra de viviendas. La financiación a la actividad Empresarial evoluciona de manera satisfactoria en este ejercicio con un crecimiento superior a los 104 millones de euros. La Inversión en el xirculante de las empresas alcanza los 680 millones de euros en la territorial sur, con un crecimiento del 5% interanual.

En global, el Sabadell logró hasta septiembre un margen de intereses de 2.877,8 millones, en línea con el año anterior, mientras que el margen bruto se situó en 4.583 millones, un 7,3% más. El margen antes de dotaciones creció un 12,1%, hasta 2.237,7 millones. Las dotaciones para insolvencias y otros deterioros ascienden a 1.967,8 millones, frente a los 1.113,5 millones de septiembre de 2016. En este periodo, el grupo que preside Josep Oliu sumó unos activos totales de 211.076 millones, un 6,2% interanual más, en tanto que la inversión crediticia bruta de clientes aumentó un 1,2%, hasta 146.054 millones.

Los recursos de clientes en balance aumentaron un 3,1% y totalizaron 131.295 millones, tras registrar un crecimiento tanto de las cuentas a la vista como de los recursos fuera de balance, impulsados por el aumento de los fondos de inversión.