El Santander Totta, filial en Portugal del español Banco Santander, informó ayer de que registró beneficios por valor de 436,3 millones de euros en 2017, un 10,3% más que el año anterior. En un comunicado, la entidad financiera atribuyó estos mejores resultados a la reducción de los costes operativos y de dotación de provisiones para crédito, que compensaron la caída del producto bancario.

Este indicador, equivalente a los ingresos de la entidad, descendió un 4,1% hasta los 1.147,7 millones de euros y el margen financiero estricto -diferencia entre los intereses cobrados en créditos y pagados en depósitos- cayó un 4,8%, hasta 696,9 millones.

Los costes operativos también bajaron a 527,9 millones, un 7,6% menos, mientras que el resultado antes de impuestos fue de 590,8 millones, un 7,8% más.

La entidad cerró el año con 31.458 millones de euros en depósitos, un 13,7% más, y el crédito en riesgo se redujo al 5,1%, medio punto menos respecto al final de 2016.

En términos de solvencia, la entidad presenta un ratio Common Equity Tier I del 13,6%, más de dos puntos por debajo del porcentaje obtenido un año antes.

El presidente del Santander Totta, António Vieira Monteiro, destacó la "calidad" de los resultados obtenidos y aseguró que en 2018 continuarán apoyando el "desarrollo" de negocios y familias, así como la "transformación digital" del banco. La entidad concluyó el pasado 27 de diciembre el proceso de fusión con el Banco Popular Portugal, lo que le convirtió en el "mayor banco privado" del país.