Economía

La era Windows XP tiene los días contados

  • Microsoft dejará de dar soporte al sistema operativo el 8 de abril Aún hay 4 millones de usuarios en España.

Los usuarios de Windows XP llevan dos semanas recibiendo avisos automáticos en su ordenador que les informan de que Microsoft dejará de dar soporte al popular sistema operativo desde el próximo 8 de abril. Aunque parezca sorprendente, no se trata de una broma. Estas ventanas emergentes advierten tanto a particulares como a empresas que, a partir de ese día, la compañía dejará de realizar actualizaciones o mejoras del sistema operativo, así como de desarrollar parches de seguridad que lo protejan de posibles ataques.

Esto no significa que los usuarios no puedan seguir usando Windows XP en sus ordenadores, sino que, en un mundo con amenazas cada vez más sofisticadas, serán un blanco fácil para los hackers. Y esto, precisamente, es lo que Microsoft quiere evitar: tener clientes disgustados por haber perdido sus fotos, vídeos o correos o, si se trata de empresas, por que les hayan robado información y datos privados. Por ello, la compañía se ha embarcado en una campaña de comunicación para informar a los usuarios de qué está pasando y qué alternativas tienen de cara al futuro.

La primera pregunta que se viene a la cabeza es: ¿Por qué Microsoft quiere poner punto y final a Windows XP pese su rotundo éxito? Según la empresa, porque está obsoleto. "Es un sistema operativo que fue superbueno para su momento, pero que ya no cubre ni las necesidades ni la realidad de uso de hoy", explica Fernando Calvo, responsable de Windows en Microsoft España. "Cuando se lanzó en el año 2001, sólo el 10% de la población se conectaba desde su PC a internet, mientras que hoy esa cifra se eleva al 77%, así como tampoco tienen nada que ver las amenazas de entonces con los de ahora", añade.

"A los clientes les damos las gracias por creer en XP, pero les queremos decir que ya es el momento de migrar a otros sistemas mejores como Windows 8.1 -lleva dos años en el mercado- o Windows 7 -lleva cinco-", enfatiza. Un mensaje que Calvo lanza a los casi cuatro millones de usuarios que el sistema operativo aún tiene en España: tres millones de particulares y un millón de empresas. Éstos suponen cerca del 20% del total de equipos que operan con Windows en el país. "En España somos más perezosos que en otros países para cambiar de tecnología", se queja.

Calvo insiste en que cambiar a un sistema operativo más moderno supone "menores costes de mantenimiento y mayor productividad", así como un consumo eléctrico "infinitamente más reducido", un motor de búsqueda "más fuerte" y la posibilidad de "ser compatible con muchos más dispositivos: cámaras de fotos, móviles, impresoras o discos duros externos", explica. Es más, "se trata de versiones ocho veces más seguras y más rápidas", sentencia.

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