El Banco Central Europeo (BCE) anunció ayer que los bancos centrales de los países de la Eurozona -entre los que se encuentra el Banco de España- y las entidades homólogas de Suecia y Suiza, acordaron reducir un 20% sus ventas de oro durante los próximos cinco años. Los representantes de los organismos firmantes se comprometieron a no comercializar más de 400 toneladas de oro anuales, lo que supone un total de 20.000 toneladas durante el quinquenio previsto en el convenio. Este nuevo pacto, que entrará en vigor a partir del 27 de septiembre, sustituye al que existía anteriormente, firmado en 2004 y cuya finalización está prevista para el próximo 26 de septiembre. En dicho acuerdo se estableció que los bancos centrales no podían vender más de 500 toneladas anuales.

A través de un comunicado, la autoridad monetaria europea expuso que, aunque el pacto presentado ayer no incorporará nuevos participantes, existe la posibilidad de que el Fondo Monetario Internacional (FMI) se "acomode" a los topes anunciados. Esta oportunidad se produjo tras el anuncio de intenciones de dicha institución, que expresó el pasado mes de julio su voluntad de vender hasta 403 toneladas de oro al año para aumentar sus recursos disponibles. "Las organizaciones firmantes reconocen la determinación del FMI de comercializar una cantidad importante de oro y comprenden que tales ventas pueden ser acomodadas al techo establecido en el convenio acordado", explicó el BCE, que también destacó como el oro sigue siendo uno de los elementos más importante en las reservas monetarias globales.

El pacto anunciado ayer es el tercero de estas características que firman los bancos europeos. El primero fue suscrito en 1999 y tenía como finalidad establecer un marco que permitiera la venta ordenada de las reservas de oro. La cotización del metal precioso ha experimentado desde el inicio de la crisis una volatilidad extrema, que llevó incluso a elevar su precio por encima de los 1.000 dólares por onza, aunque actualmente cotiza en torno a los 960 dólares.