Rotundo rechazo al bloqueo y llamamiento al diálogo y el consenso que faciliten un Gobierno estable. Ése es el mensaje que la empresa familiar española –que representa el 70% del PIB, casi el 90% de las compañías que operan en España y el 80% del empleo– lanzó ayer a la clase política, tanto al Gobierno en funciones como a la oposición. Un discurso comprometido y coherente con la denuncia hecha la víspera de que la falta de gobernabilidad está siendo un obstáculo para el crecimiento económico.

Tras haber escuchado las propuestas del líder del PP, Pablo Casado, y del PSOE, a través de la ministra de Hacienda en funciones, María Jesús Montero, el presidente del Instituto de Empresa, Francisco Riberas, clausuró el 22º Congreso Nacional de la Empresa Nacional con un discurso valiente que llamó a un diálogo que asegure un Gobierno estable justo en un momento en el que hay claros signos de desaceleración económica.

Riberas recordó, de hecho, que "los datos macroeconómicos siguen siendo mejores que los de otros países de nuestro entorno, pero ya se empiezan a notar signos de fatiga y desaceleración" y pese a que influyan factores globales en ello, llamó a actuar desde España.

"Ante esta preocupante evolución de la coyuntura económica, llevamos ya 4 años celebrando elecciones generales que no consiguen desembocar en Gobiernos estables, con una perspectiva que vaya más allá de unos pocos meses", afirmó el también presidente de Gestamp. Por ello, y ante la inminente celebración de las elecciones del 10 de noviembre, Francisco Riberas, dio, siguiendo el lema del congreso, un paso adelante: "Desde aquí, hoy las empresas familiares hacemos un llamamiento a la clase política en su conjunto para que, sea el que sea el resultado electoral que resulte, dialoguen, busquen acuerdos y consensos que faciliten un gobierno estable".

Porque el máximo exponente de la empresa familiar tiene claro que España no se puede "permitir nuevas situaciones de bloqueo que dañen la imagen que los ciudadanos tienen sobre el sistema político y que evitan una necesaria acción de gobierno". Riberas concretó aún más: "Es preciso conseguir amplios consensos que nos permitan abordar los grandes temas que marcarán el futuro de España como con son la educación, la innovación y el desarrollo tecnológico o el sistema de pensiones, para generar un proyecto común de país con un plan a largo plazo".

Frente a la realidad que vive España, donde atisba "debates sociales y políticos donde imperan la negatividad, la confrontación y el descrédito de los contrincantes" desde hace mucho tiempo, las empresas familiares creen llegado el momento, según expresó su presidente de "empezar a construir discursos en positivo, buscando soluciones, trabajando conjuntamente para diseñar un futuro mejor".

Y no se limitó a dejar esa tarea en lo público, en la clase política, sino que animó a sus asociados a que "en esa labor constructiva" participen los empresarios familiares, porque están "convencidos" de que su "aportación, desde nuestra experiencia real en muchos ámbitos, puede ser muy valiosa y debe ser tenida en consideración".

Pablo Casado, entra al 22º Congreso Nacional de la Empesa Familiar.