Las muestras de apoyo al euro de diversos líderes europeos en los últimos días han logrado mantener una cierta euforia en los mercados, con un nuevo impulso en la Bolsa y la continuación de la tendencia bajista de la prima de riesgo.

El principal indicador de la Bolsa española, el Íbex 35, subió un 2,78% en la sesión de ayer, un repunte que, unido al 6,06% del jueves y al 3,91% del viernes, sitúan al selectivo en 6.802 puntos tras un avance en los últimos tres días del 13,27%.

El resto de grandes plazas europeas también cerraron ayer en positivo: Milán subió un 2,8%; Fráncfort, un 1,27%; París, un 1,24%, y Londres, un 1,18%. Las ganancias del Íbex estuvieron encabezadas por IAG, que ganó un 8,09%, seguido por Sacyr Vallehermoso (7,63%) y Acciona (6,07%), mientras las pérdidas más destacadas correspondieron a Indra (1,61%).

Por su parte, la prima de riesgo -que mide el sobrecoste que exigen los inversores por comprar deuda española en lugar de alemana, considerada más segura- se relajó hasta los 524 puntos básicos, 11 menos que al cierre del viernes y 108 por debajo de los 632 de hace una semana.

Esta mejora se produjo a pocos días de que el Tesoro Público español se enfrente, el próximo jueves, a una subasta decisiva, en la que intentará captar hasta 3.000 millones de euros en bonos y obligaciones. El contexto es complicado, pues, aunque el bono a diez años ha caído, todavía está en un altísimo 6,61% de interés.

El mensaje más repetido de los últimos días es que las instituciones europeas van a hacer todo lo que sea necesario para preservar la moneda única. Esta idea, pronunciada por primera vez el pasado jueves por el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, ha sido después compartida y repetida por los gobiernos alemán, francés e italiano. El presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, se atrevía el domingo a aventurar la forma que tendrá ese apoyo, al indicar que implicará al Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) y la colaboración de los países de la Eurozona y el BCE.

Tras todas estas declaraciones, los inversores están a la espera de la puesta en marcha de manera inminente de algún mecanismo que permita aliviar la presión en el mercado de deuda soberana, algo que podría suceder este mismo jueves, cuando se reúne la cúpula del BCE. Ante las altas expectativas, el equipo de analistas de Bankinter advirtió ayer que "el riesgo de decepción es elevado", en una semana que consideran "determinante para el futuro del euro".

A pesar de la mejora de los últimos días y de que analistas y expertos insistan en descartar un rescate total de la economía española, la situación en los mercados es todavía difícil. La prima de riesgo española lleva 18 días por encima de los 500 puntos básicos -Grecia fue rescatada tras 16 jornadas- y la Bolsa acumula una caída desde principios de año del 20,6%.

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