"Hay que desmitificar la idea de que el campo es duro"
María Morales. Presidenta de Asaja-Sevilla
Agricultora y economista especialista en comercio internacional, María Morales sustituye a Ricardo Serra al frente de Asaja-Sevilla con una obsesión: empoderar al productor
La agricultora María Morales, elegida por aclamación nueva presidenta de Asaja-Sevilla
María Morales, economista y especialista en comercio internacional, sustituye desde finales de septiembre a Ricardo Serra al frente de Asaja-Sevilla. Hija y nieta de agricultores y ganaderos, dirige una empresa familiar con cítricos, almendros, algodón, cereales y girasol y preside una organización de productores de toda Andalucía y del Levante. Asume el cargo para fortalecer la posición del productor en la sociedad y ante la cadena alimentaria. “Siempre he dicho que necesitaban un coacher para empoderar el producto que lleva todo el año produciendo y que después hay que defender; eso es lo que nos falta”, explica.
¿Cómo han evolucionado la agricultura y la ganadería sevillanas en las últimas décadas? ¿Cuáles son ahora sus fortalezas y debilidades?
Ha tenido una evolución increíble. Hace 30 o 40 años todo era cultivo extensivo, trigo, maíz, girasol, y se ha evolucionado a arboleda, que se ha modernizado mucho en el riego. Nos falta formación, financiera, en idiomas, marketing, etc., para que no nos dé miedo salir al exterior y vender nuestros productos. Puedes ser buen agricultor, pero si no vendes dejas en nada tu esfuerzo. Y falta avanzar mucho en tecnología también. Todavía es cara, falta que llegue al campo.
Sevilla es líder nacional en seis cultivos, algo que poca gente sabe. ¿Es suficientemente conocida en la sociedad y otros sectores empresariales la potencia de la agroganadería sevillana?
Hablas con empresarios de otros sectores y creen que la comida es eterna. Tuvimos que pasar una pandemia para que la sociedad se diera cuenta de nuestra importancia, pero otra vez nos han vuelto a abandonar. Hay que decirle a la gente que esa carne y ese arroz que tiene en su casa están ahí por nosotros. Yo estoy muy obsesionada con el tema de empoderar al productor.
"Tuvo que pasar una pandemia para que la sociedad se diera cuenta de nuestra importancia pero otra vez nos ha vuelto a abandonar
Imagino que eso también incluye a las grandes cadenas de distribución y a la industria. Vosotros sois muy críticos con la ley de cadena alimentaria. ¿Cómo se consigue empoderar al agricultor también en su remuneración?
Muy fácil: estando en los centros de decisión. El cambio de mentalidad tiene que venir de mesas con gente que sepa de agro, no de otros sectores, ni con burocracia alrededor. La ley de cadena ha sido un verdadero fracaso, no ha servido para nada, porque hay un problema de origen en la base. Y en Europa vamos a peor porque cada vez hay más comisiones, con una estructura muy rígida. Cada vez que tienes que hacer una gestión tardas tres o cuatro años en llegar a una solución, y esta solución está tergiversada. Es como el juego del teléfono, que pasa por tanta gente que al final llega algo completamente diferente.
Esta semana Asaja, COAG y Cooperativas han presentado un escrito pidiendo a Planas que rectifique la PAC en lo que se refiere a Andalucía, tras conocerse que los productores han recibido 108 millones menos en 2023 que en 2022. ¿En qué afecta a Sevilla este recorte?
A Sevilla le corresponden 60 de esos 108 millones. Y de esos 60, 20 son de la campiña sevillana. A esta comarca la han sacado de los criterios de campiña: no es equivalente a la campiña de Córdoba o a la de Cádiz. ¿Por qué han hecho eso? Porque allí había mucha PAC, y lo que han hecho es desviar el dinero a otras regiones. En febrero el Tribunal Supremo admitió a trámite dos recursos de Asaja-Sevilla por esa arbitrariedad de criterios. No son criterios técnicos, son políticos. Ahora estamos en fase de presentación de pruebas de uno de los recursos para ir después a juicio oral. Ya hay un precedente, en 1992, con Pedro Solbes, y nos dieron la razón.
"El Gobierno ha desviado dinero de la PAC de Sevilla a otras regiones por criterios políticos, no técnicos"
Esta reducción de fondos imagino que tiene nombres y apellidos. ¿Conoce casos de agricultores que han sufrido un recorte importante?
A mí me han recortado un 42%. Es un bocado importantísimo. Ojalá no la necesitara, me encantaría no tener PAC, pero si no la tengo a mí no me llega.
¿Qué le diría a Von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, si la tuviera delante?
Que venga y vea el esfuerzo ímprobo que hacemos los agricultores y ganaderos para dar de comer al mundo. Que se siente con nosotros, y no con los colaterales que hay alrededor (se refiere a asociaciones ecologistas y medioambientales partidarias de una PAC más verde), que no escuche tanto a los que están en contra de todo tipo de plaguicidas. Nos están continuamente quitando materias activas, nos encorsetan, y tengo que convivir en el supermercado con productos de otros países a los que les echan de todo. Yo he tenido que arrancar almendros porque no me dejan tratar el cabezudo (plaga que afecta al árbol). Somos los primeros que queremos cuidar el entorno, que no nos traten como delincuentes.
"Somos los primeros que queremos cuidar el entorno, que no nos traten como delincuentes"
Pues ahí en la sociedad la batalla parece perdida. Entre un producto tratado y sin tratar, el consumidor va a elegir lo segundo.
Está más que demostrado que son inocuos para la salud humana. Pero si no los podemos usar, que nos den alternativas. Que no nos quiten todo y nos dejen abandonados. Yo he criado bichitos para la lucha biológica y no valen, he tenido que entrar al final con producto.
Si llueve dos o tres meses más los políticos se olvidan de la sequía…
De su agenda no puede salir el tema del agua. Tenemos que trabajar en infraestructuras para que la sequía no sea estructural. Ahora es cuando hay que hacer balsas, porque eso es acopio de agua que de lo contrario se iría al mar.
"El tema del agua no puede salir de la agenda de los políticos: ahora es el momento de hacer infraestructuras"
Esa es una reivindicación histórica de Asaja, pero las balsas siguen sin hacerse. ¿Por qué?
Por falta de actitud. La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir tiene muchos técnicos para hacer los estudios, para ver dónde está la mejor orografía. La burocracia es el otro problema. Si lo quieres hacer de modo privado tienes que pedir permiso y eso tarda 15 años. Para un cambio de titularidad en la concesión del agua se tardan dos años, y es una simple herencia. Eso sí, están invadiendo los campos para sancionar, y eso viene de arriba. No sé por qué esta actitud sancionadora, porque yo no soy un delincuente. Sabemos lo que vale el agua e intentamos usarla bien.
Me está dando muchas razones para que la gente joven no se incorpore al campo.
Problemas hay en todos los sectores, todos te cuentan cosas. Yo sí animaría a que la gente se formara porque en realidad hay mucho potencial. La tecnología es una gran aliada. Ya no hace falta estar de sol a sol en el campo, los tractores tienen aire acondicionado, hay equipos de protección individual. Y al final, de pisarlo tanto, acabas amando al campo, porque vas viendo pequeños milagros. Hay que acabar con el mito de que el campo es duro, ya no lo es tanto. En una oficina los errores te cuestan mucho más. Además, hay muchos jóvenes que ya se están incorporando como técnicos, que mapean, usan drones, etc.
También te puede interesar
Lo último