La proliferación de viviendas turísticas ilegales y la falta de una normativa estatal que regule este fenómeno es uno de los mayores dolores de cabeza del sector hotelero y ayer fue protagonista en la primera jornada del Congreso de Hoteleros Españoles que se celebra hasta hoy en Málaga. El presidente de la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (Cehat), Juan Molas, subrayó que "estamos ante un tsunami de oferta ilegal de viviendas que se ha instalado sin que las Administraciones adopten medidas correctoras en general y las que sí han hecho algo tienen leyes laxas que no invitan al optimismo ni tienen un claro afán de persecución". Molas exigió ayer "la intervención decidida del Gobierno central" ya que, señaló, "debe acometerse de forma urgente una modificación de la Ley de Arrendamientos Urbanos y medidas fiscales, con una legislación que vaya más allá de las 17 respuestas autonómicas.

José Luis Zoreda, vicepresidente ejecutivo de Exceltur -uno de los mayores lobbys turísticos del país- fue también bastante tajante y denunció la "impunidad y descontrol legal y fiscal" existente con este tipo de viviendas. "Los empresarios llevamos dos años pidiendo a gritos al Ministerio que haya una coordinación entre las administraciones sin ningún éxito y el tema se ha convertido en uno de los principales cánceres del sector", destacó Zoreda, quien acusó a las instituciones de "pasarse la pelota una a otra y este problema se nos va a ir de las manos si no se ataca pronto". El vicepresidente de Exceltur afirmó que "hay que regular con valentía y hasta ahora no ha habido valentía política ni visión de Estado", a la vez que recordó que, además de legislar, hay que tener la capacidad de hacer cumplir la regulación.

Zoreda reconoció que se está llegando en ciertos puntos de España a un "proceso de turismofobia" y que "en nueve años se ha pasado de tener cero viviendas de uso turístico en España a 474.000, superando la planta hotelera que se ha creado en España en toda la historia". El directivo de Exceltur también puso el ejemplo de Málaga que, según un estudio, es la octava capital española con mayor número de turistas por residente. La primera es Granada.