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Economía

el impulso del sector agrícola se encuentra en Aandalucía

  • Bartolo Ramírez es el presidente de la Cooperativa Andaluza Nuestra Señora de las Virtudes que fue constituida en 1963 y se erige como el futuro del sector agrícola en la provincia de Cádiz

La Sociedad Cooperativa Andaluza Nuestra Señora de las Virtudes fue constituida el 9 de Febrero de 1963. Desde entonces, es una de las organizaciones más emblemáticas de la localidad gaditana de Conil. Formada por agricultores de la zona para comercializar frutas y hortalizas, la cooperativa cuenta con más de 500 socios, poseyendo un carácter netamente comarcal y teniendo como objetivo principal brindar el mejor servicio y los mejores productos a unos clientes que llevan confiando en una experiencia de más de 55 años. Hablamos de la actualidad con su presidente, Bartolo Ramírez, que ha querido repasar el día a día en Nuestra Señora de las Virtudes y dar su opinión sobre la actualidad del sector agrícola.

Desde el 9 de febrero de 1963. ¿Cómo ha crecido la cooperativa desde entonces?

Empezó como una cooperativa para la compra en conjunto de semillas y abono. Más tarde, a los cinco años, se decidió hacer la venta directa de nuestros productos y, desde entonces, no hemos parado de crecer. Durante los años 90’, dimos un impulso espectacular y se ha evolucionado en paralelo con el crecimiento de las hortalizas de la zona. En este sentido, los avances tecnológicos han ayudado mucho en este proceso y la instrumentación ha ayudado a ser lo que somos. En este sentido, hacemos mucho hincapié en adaptar las diferentes innovaciones que van saliendo en el sector en el que trabajamos. Estos son ejemplos a lo largo de los años pero, sin lugar a dudas, el crecimiento de la cooperativa se ve en los trabajadores; al principio éramos 3 ó 4 trabajadores y, actualmente, somos más de 120. Es decir, hemos creado un valor añadido que es realmente lo que enriquece al campo y a la zona.

Sois más de 500 socios, tenéis un carácter comercial. ¿Cómo está vista la cooperativa más allá de Andalucía?

Nuestros productos llegan a donde el consumidor y sus necesidades quieran. Es decir, copamos todo el territorio español y trabajamos con muchas de las principales firmas, de las que somos proveedores. Esta característica hace que no dependamos de una sola empresa y el futuro lo tengamos bien salvaguardado. Además, aunque queremos llegar a todos los puntos de la geografía española, tenemos muy en cuenta nuestros orígenes e intentamos ayudar a las empresas de la zona.

Más de 60 variedades en relación a los productos. ¿Cómo se gestiona una cartera tan amplia?

Nosotros decimos que nuestro principal patrimonio es también nuestro principal problema. Es decir, tenemos absolutamente de todo y hemos abierto incluso un ala nueva para reforzar nuestras instalaciones en torno a la fruta, de la que nos hemos hecho mayoristas pero, a veces, con la compra de los mayoristas y la gran demanda, nuestros productos se agotan rápido.

Los pequeños consumidores pueden abastecerse en la tienda Coagrico, instalada en las propias dependencias de la cooperativa. El sector minoritario también es importante, ¿no?

Para nosotros los vecinos de la zona son muy importantes y para ellos está destinada la tienda de la cooperativa. Ellos pueden venir en cualquier momento a comprar lo que necesiten.

Una pregunta obligada: ¿cómo se han vivido estos meses de pandemia por la crisis sanitaria del coronavirus?

Lo hemos pasado muy mal, con muchos nervios y asustados. Hemos intentado seguir, dentro de lo posible, todas las medidas de seguridad que se han ido dando por las autoridades sanitarias como la distancia de seguridad. Es más, la pandemia nos cogió sin poder abastecernos de mascarillas y gracias a la ayuda del pueblo, las conseguimos para poder realizar nuestras labores. Son meses de una tensión constante y gracias a Dios no hemos tenido ningún caso que provocara el cierre de las instalaciones por una posible cuarentena. Sí que es verdad que ya vamos un poco más tranquilos porque periódicamente realizamos pruebas a nuestros trabajadores.

Se tuvo que suspender la Feria del Colorado este año…

Sí, tuvo que suspenderse. La verdad que fue una pena porque es una fiesta muy bonita en la que montamos una carpa con un concurso de exposición donde cada uno llevamos lo mejor de nuestra huerta y premiamos a una persona dándole su peso en verduras que más tarde dona a alguna organización benéfica. Sin lugar a dudas, es una de las fechas más bonitas e importantes de Conil.

Parece que las cosas van a ir a mejor, ¿cómo ve el futuro del sector agrícola?

El futuro está mal por cosas como los precios que tiene. Aún así, nosotros estamos acostumbrados a luchar con temporales de agua, viento y sequía y no nos van a echar tan fácil. El sector no puede rendirse y más en Conil donde tenemos la plantilla de agricultores más jóvenes de la comunidad. En definitiva, el futuro está mal pero nosotros no nos rendimos y queremos seguir viviendo de la agricultura, lo que más nos gusta.

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