"Ya no tenemos dependencia del aceite de oliva en Dcoop"
Rafael Sánchez de Puerta | Director general de Dcoop
La almendra se une al catálogo de sus principales productos exportados
El sector fresero de Huelva también contratará temporeras en origen en Gambia y Senegal
Dcoop, la gran cooperativa alimentaria malagueña con sede en Antequera, terminó el año 2023 con una facturación de 1.409 millones de euros, la mayor de su historia. "La subida del precio del aceite ha compensado la caída de la producción", confiesa su director general, Rafael Sánchez de Puerta. Ese es uno de los argumentos. El otro es que es un grupo cada vez más diversificado.
Pregunta.La producción ha vuelto a ser menor este año, ¿afectará a la facturación de 2024?
Respuesta.La tendencia es que siga al alza. No prevemos una bajada porque cada vez más otros sectores siguen sumando a la cuenta de resultados. El aceite representa el 50% ó 60% del grupo, pero tenemos otros que van ganando peso. El sector de suministros, el ganadero, el cerealista, el del vino... ya no tenemos la dependencia del aceite de oliva. Sigue siendo el mayor sector con diferencia, pero seguimos creciendo en facturación también gracias a esa diversificación.
P.Dcoop está potenciando el pistacho y la almendra en su división de frutos secos, ¿qué resultados está generando esta actividad?
R. La almendra está funcionando muy bien. Seguimos creciendo en volumen, nos hemos convertido ya en el grupo más importante de almendras de España y somos referentes en todos los mercados. En esta actividad nos estamos orientando mucho a la exportación con el objetivo de que se reconozca la almendra española en el mundo.
P.Fuisteis pioneros en España en obtener la certificación para exportar almendra natural a China.
R.Nos parecía un mercado interesante y desde principio de este año ya hemos planificado envíos. Igualmente, hemos sido los primeros en exportar almendra a India. Ambos mercados más que representativos en volumen todavía son una esperanza y un camino que esperamos que vaya creciendo. También estamos comenzando a exportar a países sudamericanos y, como no, estamos vendiendo por todos los países europeos.
P.¿Cuál es el principal mercado internacional para el grupo?
R.Nuestro objetivo es el mundo. Tenemos productos muy orientados a la exportación como el aceite, la aceituna de mesa, el vino y ahora la almendra. Entre esos cuatro productos estamos en casi 80 países. Para nosotros es muy interesante el de Estados Unidos [representa un tercio del valor total de las exportaciones], que es prioritario en el aceite de oliva. De hecho, contamos con envasadoras allí [en California, costa oeste, y Mayland, costa este]. Tenemos dificultades en Rusia y Ucrania, donde el mercado está bastante parado, y queremos seguir desarrollando la aceituna de mesa en los países árabes.
P.¿La subida del precio del aceite ha afectado también en el extranjero?
R.Las exportaciones se han comportado mejor a nivel de precios. Las cadenas de distribución y la industria han estrechado sus márgenes y la subida ha sido menor, aunque ya partían de un precio más abultado que en España, donde la caída de la demanda se ha notado mucho más. No obstante, esa subida de precios ha compensado la caída de la producción en la facturación. Volvimos a hacer récord el año pasado con 1.409 millones de euros.
P.Pero será menos rentable.
R.La rentabilidad ha sido muy dispar. Los agricultores de regadío han ganado mucho dinero en estos dos años, pero tenemos muchos agricultores de sacano que ellos no se han beneficiado de los precios porque no han tenido producción. Eso es lo dramático de estas circunstancias y que está haciendo un efecto llamada para implantar este tipo de plantaciones en zonas no tradicionales de regadío atraídos por los precios y rentabilidades que tampoco son propias de este sector. Ya vemos desarrollos de este tipo den zonas regables de Andalucía, como Cádiz, Huelva o Sevilla, y Extremadura.
P.¿No es posible en otras zonas por la orografía?
R.La modernización del olivar es posible más o menos en cualquier zona, pero sin agua es prácticamente imposible. La mayor limitación está ahí, La orografía es limitante, pero menos que el agua.
P.Ha llovido últimamente, ¿es suficiente?
R.Desde luego que asegura la cosecha prevista, que incluso llegó un momento en que se iba a ver afectada si las condiciones climatológicas no prosperaban. Ha pasado con la aceituna de mesa, que preveíamos que iba a ser cosecha normalita y la sequía prolongada la ha convertido en mala. En el caso del aceite, tenemos tiempo con estas lluvias para que esas estimaciones de 1.250 toneladas sean una realidad y podamos volver a producción normalizada y empezar a recuperar mercado.
P.¿Bajará el precio del aceite?
R.En esta campaña que viene no veo precios como los anteriores a la crisis de la sequía. Algo bajará, los precios serán mejores para los consumidores y buenos para los productores, pero no sabemos hasta dónde. Va a depender incluso de la pluviometría de este año porque el mercado ya tiene en cuenta la siguiente producción. En el precio de un año tiene mucho peso la estimación de la cosecha siguiente porque no es lo mismo terminar con todo el aceite vendido sabiendo que no habrá tanta producción el año que viene que si sabes que vas a seguir teniendo volumen.
P.¿El mayor obstáculo de la agricultura es la sequía?
R.Nos la jugamos con el agua. En Dcoop, hemos hecho causa de aumentar la superficie regable y es uno de los principales objetivos que nos marcamos. Sabemos producir, vender, industrializar... pero es una tragedia estar cortos de producción o que nuestros agricultores tengan problemas de rentabilidad porque el agua se ha convertido en un factor absolutamente clave de competitividad. No queremos un Dcoop que facture mucho, nuestro objetivo es darle estabilidad al modo de vida de nuestros socios. Queremos garantizar la viabilidad de nuestros socios y sin agua es casi imposible.
P.¿Os oye la Administración?
R.Sin duda necesitamos voluntad política para gestionar mejor el agua.
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