Sector vinícola La crisis hace mella en las exportaciones

El vino español se queda en casa

  • Las ventas al exterior de los caldos autóctonos caen un 23% en un año · La tendencia bajista se rompió en junio, con un leve crecimiento del 0,4%

Hace ya cuatro años que España es un país netamente exportador de vino, es decir, que se consume más vino español fuera que dentro de nuestras fronteras, lo que hace al sector vinícola altamente dependiente de los mercados extranjeros. Pese al desplome de las ventas desde noviembre de 2008, España aún ocupa un cómodo puesto en la primera división de países exportadores de vino y los últimos datos indican un ligero repunte de las exportaciones tanto a nivel nacional como regional. ¿Estamos ante un cambio de tendencia y el principio del fin de la crisis del vino?

Tal como explica Rafael del Rey, director general del Observatorio Español del Mercado del Vino, 2009 está siendo un mal año también para Francia e Italia, los otros dos grandes exportadores mundiales. A abril de 2009, era Francia quien encabezaba el descenso de ventas en términos de valor, con una variación negativa del 28%, unos 625 millones de euros menos que el año anterior. Italia mostraba una mejor evolución y exportaba un 10% menos, lo que le suponía pérdidas de 109 millones, mientras que para España la mengua era del 23%, 154 millones de euros menos que en 2008.

Al margen de la evidente caída del consumo que ha traído una crisis global como esta y que ha perjudicado las ventas en sectores como el hostelero, el hecho de que nuestros vecinos exporten menos también influye en que los caldos españoles no tengan salida en el mercado internacional.

Francia e Italia son, además de competidores, clientes. Las ventas de vino a granel, segmento en el que España ha registrado las mayores y más perjudiciales pérdidas -más de 45 millones de euros-, se han visto reducidas drásticamente tras aumentar el stock de los productores de nuestros países vecinos y dejar de tener la necesidad de importar granel español. De hecho, según explica Del Rey, uno de los motivos de la "buena marcha" de Italia es que no son tan dependientes de este tipo de producto y añade que "nuestro principal reto es ir pasando del granel al envasado".

Precisamente, Enrique Garrido, director-gerente del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Montilla-Moriles (Córdoba), reconoce que el principal producto exportado por las bodegas Montilla-Moriles sigue siendo el vino a granel, "aunque desde el año 2000 estamos invirtiendo la tendencia hacia una exportación de productos embotellados". Garrido admite que, aunque los resultados no son tan buenos como los de otros años, la situación de las bodegas de la D.O. Montilla-Moriles está en un "margen de tolerancia aceptable".

En el caso de los vinos de Jerez, el caldo andaluz con más renombre internacional, la práctica totalidad de las exportaciones corresponde a vino embotellado en origen. César Saldaña, director del Consejo Regulador de las Denominaciones de Origen Jerez-Xérès-Sherry, afirma que, a pesar de la crisis mundial, las cifras de ventas no son tan malas, sobre todo teniendo en cuenta el enorme peso que tiene el mercado internacional para las bodegas del Marco de Jerez. "El 80% de las ventas anuales de vino de Jerez se destina al extranjero", puntualiza.

Por otra parte, la gran inquietud de cara a la recién estrenada campaña de vendimia, es la falta de espacio en las bodegas para almacenar vino nuevo. Si las exportaciones caen, el excedente sube en un sector como el vinícola, en el que la producción no depende directamente de las ventas. No obstante, se trata de una situación relativamente frecuente y, como apunta Saldaña, existen soluciones alternativas como la venta de vino sin crianza al final de la vendimia o el uso de la uva sobrante para la elaboración de otros productos etnológicos como el mosto concentrado rectificado.

Además, las últimas estadísticas reflejan un ligero repunte en las exportaciones de vino en junio, con un incremento del 0,4% a nivel nacional y un 24% a nivel andaluz. Se trata del primer mes con crecimiento desde que comenzó la crisis del vino, aunque las cifras semestrales siguen siendo negativas. Las fuentes consultadas por este periódico coinciden en moderar el optimismo, ya que aún no se disponen de datos de evolución para confirmar la teoría del cambio de tendencia. Confían en que las noticias de la salida de la recesión mundial de Francia, Alemania y Japón puedan ser un revulsivo para las ventas y actúen como resorte en los movimientos de vinos andaluces y españoles, aunque aún es pronto para hablar del fin de la crisis del vino.

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