Es posible que un tropiezo fuera el encargado del nacimiento del villancico más popular del mundo. En 1816, el sacerdote autríaco Joseph Mohr compuso una letra navideña titulada Stille Nacht, heilige Nacht ('¡Noche tranquila!, ¡noche sagrada!') para cantarla en su parroquia, con su coro, pero el paso del tiempo y los ratones habían deteriorado de tal manera el órgano de la iglesia que impidió que el religioso pudiera cumplir su objetivo.

Dos años más tarde, en 1818, el padre Mohr fue destinado a la localidad Oberndorf, donde conoció al maestro de escuela y organista de la Iglesia de San Nicolás, Franz Xaver Gruber.  

Mohr y Gruber, los autores de 'Noche de Paz'

En fechas cercanas a la Navidad, y con el anhelo de poder al fin interpretar su canción, el sacerdote encargó al músico que creara una partitura para su poema, naciendo así la famosa composición, que fue interpretada por primera vez en la Nochebuena de 1818, en la iglesia de San Nicolás, de la localidad de Oberndorf.

De este modo es como distintas fuentes relatan la creación del villancico Stille Nacht, heilige Nacht, aunque la Sociedad Noche de Paz asegura que existen "muchas historias románticas y leyendas" que se han ido creando alrededor de la historia de la canción.

Según los estudiosos, el texto de Stille Nacht, Heilige Nacht expresa el profundo deseo de paz de la población alpina en medio de la difícil situación de inseguridad por la que pasaba en esa época, tras el fin de las guerras napoleónicas.

Iglesia de San Nicolás, donde por primera vez se oyó cantar 'Noche de paz'.

Además, 1816 fue "el año sin verano", debido a que la erupción en abril de 1815 del volcán indonesio Tambora desencadenó anomalías del clima en todo el planeta que afectaron a las cosechas en toda Europa central, lo que trajo hambre y penuria a la población.

Ni el cura Mohr ni el compositor Gruber imaginaron entonces que su villancico iba a adquirir fama universal, cumplir 200 años en plena actividad y ser traducida a más de 300 idiomas y dialectos.