El Fiscal

Un pregonero con riesgo 0'0 para el Consejo

  • Julio Cuesta logra el pregón sin ayuda del tirador, porque la Fundación Cruzcampo lleva años cerrada por obras

Julio Cuesta y Francisco Vélez conversan tras la designación.

Julio Cuesta y Francisco Vélez conversan tras la designación. / Juan Carlos Vázquez

LOS señores del Consejo han dejado la innovación para los asuntos decorativos. Ayer, con motivo de la elección del pregonero, vimos la sala de juntas remodelada y parecía la de la antigua Ernst&Young pero con Pepe Roda en lugar de Pepe Pérez. Este Consejo en todo lo demás es muy tradicional y sigue las viejas costumbres, unas buenas y otras regulares. Vuelve el Martes Santo al derecho, la institución sigue sin ofrecer las cuentas económicas, la votación del pregonero se celebra de nuevo por la tarde y hay un retorno al perfil de los pregoneros de siempre.

A don Julio Cuesta, el rostro amable de la Cruzcampo en Sevilla, lo llaman a dar el Pregón como cuando el Sevilla F. C. recurría a Manolo Cardo cuando no había ganas de buscar un entrenador. Cuesta pudo dar el pregón hace diez, quince, cinco años o no haberlo dado nunca. Don Juan José debe estar tremendamente contento. Y eso es muy importante, sobre todo desde que Su Excelencia y Paco Vélez se entienden ya a la perfección.

Cuesta no dirá ninguna tontería antes del Pregón, ni mucho menos el Domingo de Pasión. Es de varias cofradías, pero no está especialmente vinculada a ninguna. Conoce el paño de las cofradías desde hace muchos años. Católico practicante, ortodoxo, sabe estar en todos los sitios y, muy importante, tiene la enorme habilidad de estar donde hay que estar en el momento justo. Se quedó no hace mucho sin ser presidente de la Archicofradía Sacramental del Sagrario. Siempre tendrá tiempo. Nunca ha sido hermano mayor ni falta que le ha hecho.

En la Sevilla previa a la Expo sabía hablar inglés cuando eran cuatro los que lo parlaban. Es un capillita atípico aunque parezca que nació con el chaqué un Jueves de Corpus. Forma parte de ese grupo de amantes de las tradiciones que saben relacionarse con intensidad con el exterior, con el mundo de la empresa, con todo tipo de entidades y asociaciones.

Julio Cuesta, pregonero de la Semana Santa de Sevilla 2020

Con la sede de la Cruzcampo cerrada desde hace unos años por las importantes obras de remodelación, no se puede decir que Cuesta haya hecho campaña convidando a cerveza tras los mil actos de presentación que suele acoger la fundación. Es evidente que Paco Vélez quiere el mínimo de riesgos. La designación de Cuesta presenta un 0’0 de riesgo de incidencias. Entre las primeras llamadas que recibió el elegido figuró la de Charo Padilla, pregonera de 2019. Julio se mostró abrumado, nervioso y muy orgulloso de ser su sucesor.

¿Y mi alcalde? ¡Cómo estará de contento el bueno de Juan, que lo hizo sevillano predilecto a los 25 años de la Expo! ¿Se dan cuenta cómo con este nombramiento está todo atado y bien atado? Vélez disfrutará de tranquilidad absoluta de aquí al Domingo de Pasión. Ahora bien, Cuesta ha sido tesorero de la institución, controla perfectamente el teatro de la Maestranza y todos los trucos para conseguir más entradas. Anda qué no... Y en breve reabrirá la fundación Cruzcampo. Volverán tiradores congelados al paso alegre de la cuaresma.

El cardenal Amigo y Beltrán Pérez, esta semana en San Buenaventura El cardenal Amigo y Beltrán Pérez, esta semana en San Buenaventura

El cardenal Amigo y Beltrán Pérez, esta semana en San Buenaventura / M. G. (Sevilla)

El encuentro del cardenal Amigo y Beltrán Pérez

Ocurrió esta semana en el convento de San Buenaventura. El cardenal Amigo estuvo unos días en Sevilla para recibir un premio y participar en la inauguración de la nueva Facultad de Teología de la Archidiócesis. Don Carlos lleva diez años de emérito, pero no pierde el contacto con la diócesis que dirigió durante veintiocho. La prueba es que esta semana recibió en audiencia al líder de la oposición en el Ayuntamiento, Beltrán Pérez. Se vieron en el recibidor del convento de la comunidad franciscana, donde el cardenal es siempre acogido con alegría. Ya no se ve al padre Patero por el patio, pero sí a quienes acuden a entrevistarse con don Carlos cuando trasciende su presencia. Al cardenal, siempre aficionado a meterse en todos los charcos, le gusta estar al día de todo lo que se cuece en la urbe. Hace preguntas y escucha opiniones. Cuando dejó el Arzobispado hace una década preguntaba mucho, por ejemplo, por las Setas de la Plaza de la Encarnación. Y vaticinó que, pese a la polémica, los sevillanos acabarían haciendo suyo el mamotreto. Hoy domingo coincide en Roma con el alcalde Espadas, pero sólo unos días antes ha despachado con el portavoz del PP en pleno corazón de la ciudad. Con Beltrán, el concejal que juró el cargó en 2015 con una pequeña cruz en la otra mano, pasó un rato la mar de agradable. Don Carlos después se retiró a disfrutar de un almuerzo en el convento, donde siempre pide garbanzos, pero acaban haciéndole platos especiales. Por mucho que sea franciscano es todo un cardenal. Yha participado en dos cónclaves. Es un gigante de la Iglesia de Sevilla.

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