Distrito granja-delicias

Demasiados vecinos para tan "pocas" inversiones

  • Las obras del PSOE no convencen a los residentes que además no están conforme con la extensión que ocupa el distrito

EL tercer distrito delimitado por el Ayuntamiento, tras el Sur y el Norte-Oeste ya publicados, es el Granja-Delicias. Extenso como para decir basta, esta zona de la ciudad engloba a más de treinta asociaciones vecinales, trece colectivos de mujeres, una veintena de organizaciones culturales y veintisiete deportivas. Pocos conocen la extensión exacta de este distrito que abarca desde la avenida Medina Sidonia, todo lo que queda dentro de la delimitación física producida por la vía del tren, hasta la barriada San José Obrero; sigue por la calle Ermita de Setefilla, La Granja hasta la calle Abiertas de Caulina, que enlaza con la avenida de Arcos y La Marquesa. Pero no se queda aquí, ya que también engloba desde la avenida Juan Carlos I carretera de Cortes, hasta llegar a la barriada El Pimiento.

Kilómetros de ciudad que analizan en estas líneas algunos presidentes vecinales del distrito. El presidente de La Marquesa, José Antonio García, reconoce que como distrito “no ha cambiado mucho, se han puesto algo más de servicios, pero no hay una transformación real”. Además, se muestra bastante crítico al denunciar que los terrenos que hoy ocupa la recién inaugurada Ciudad de los Niños “eran nuestros para jardines. Tenemos papeles que dicen que ese sector 27 pertenece a la barriada y por ello llegamos a pagar más de 400.000 euros tras firmar un convenio urbanístico”. El balance de los últimos cuatro años este presidente lo resume así: “Salimos de Guatemala para meternos en guatepeor. Hemos tenido problemas con el catastro, el cobro de los vados ha sido el atraco más grande de la historia de Jerez y menos mal que nos movilizamos para evitar que instalaran el crematorio”. El representante de El Pinar-La Pita, Manuel Cazorla, declara sobre el distrito que “en principio está mejorando un poco, sobre todo hay que destacar la rehabilitación en La Asunción”. Pero echa en falta más ‘marea negra’ y una limpieza a fondo en unas “escombreras” que hay tras la parcela de la Ciudad de los Niños. “Creo que todo no se arregla con crear una zona deportiva muy bonita, aunque es cierto que se ha dado un pequeño paso, en líneas generales, hacia delante”.

Peor balance hace de su barriada, puesto que critica que en la campaña electoral de 2007 la alcaldesa “nos prometió muchas cosas que se han quedado en la mesa”. Pone de ejemplo la falta de intervención en el centro deportivo del barrio, la “nula” actuación en el parque infantil y las deficiencias del polideportivo. “Lo único que puedo decir de la legislatura de Pilar Sánchez en mi barriada es: cero al consciente y se baja a la cifra siguiente”, remarca.

El presidente vecinal de El Pelirón, Miguel Moreno, denuncia que a pesar de que se han instalado nuevos servicios en el distrito, estos no benefician a todos los barrios que lo componen. “Se han concentrado las infraestructuras en una sola zona y, a medida que te acercas al centro, la intervención del Ayuntamiento es nula”. En este sentido, Moreno señala que en su barrio “no  hemos tenido ningún cambio, al revés, todo va marcha atrás. Hemos reivindicado un parque en la zona, el alumbrado que tenemos es tercermundista, en materia de infraestructura no se ha hecho nada de nada y cuando pedimos un plan de circulación nuevo lo único que cambiaron fue un disco”.

La mayoría de los presidentes consultados identifican como una de las barriadas más beneficiada por las actuaciones del gobierno del PSOE a La Granja. Sin embargo, la presidenta vecinal, María José Arjona, no titubea al confirmar que “no hemos notado ninguna transformación, en todo caso, un cambio hacia el lado negativo”. Los árboles sin podar, la limpieza “que brilla por su ausencia” y el mal estado del acerado son algunas de las denuncias de la presidenta. Pero sus críticas se centran especialmente en el complejo deportivo que ha abierto sus puertas en la barriada. “Creo que la alcaldesa abrió el cajón, cogió un proyecto y lo aplicó con defectos gracias a un plan anticrisis”, declara Arjona, quien especifica que “los celadores no tienen oficina, tampoco hay un sitio para el coordinador, una pequeña habitación sin ventana está esperando al administrativo que aún no ha llegado, se ha tenido luz gracias a un generador porque no estaba de alta la instalación... El vecino que llega no ve estas cosas, se han vendido muchas actuaciones de la barriada que no corresponden con la realidad”. Tanto es así que añade que la “supuesta remodelación de la plaza Algar la han vendido hasta tres veces y en estos momentos no se ha cambiado ni la mitad del espacio. También dijeron que se había actuado de forma determinante en el parque infantil cuando lo único que hicieron fue adaptar el mobiliario a la nueva normativa”.

Arjona no olvida, como muchos otros presidentes vecinales, los retrasos en las subvenciones y denuncia la “relación nula” entre Ayuntamiento y los colectivos. “Este gobierno ha sido el que menos ha dialogado con los vecinos, de hecho, cuando la alcaldesa vino a la barriada ni avisaron a la asociación. Lo peor es que a las personas que trabajamos para el Ayuntamiento y que además encabezamos un movimiento vecinal intentan que no hablemos mucho. El barrio lo sabe, no estoy diciendo ninguna mentira”. 

Otra barriada dentro del distrito es Barbadillo. Su presidente, Luis Martín, sí que ha notado un cambio en la zona gracias al centro social de La Granja y el aumento de actividades, aunque también reconoce que “en los últimos dos años estamos viendo un estancamiento por las demoras en las subvenciones”. La transformación ha sido más que visible, según el presidente, en su barriada. Contento de que la ‘marea negra’ haya llegado a casi el 80% de sus calles y que, en estos momentos, se estén ejecutando unas obras para evitar inundaciones en ciertos puntos del barrio, Martín reconoce que “en infraestructura tenemos algunas cosas que mejorar como el alcantarillado. La legislatura de Sánchez empezó bastante fuerte, pero a la mitad se ha ido desinflando un poco”.

María del Carmen Cuesta, presidenta de la barriada El Rocío, es la más positiva a la hora de hacer balance. Sobre el distrito señala que se ha visto “un cambio bastante positivo, el Ayuntamiento ha estado muy atento a las demandas, más que otros gobiernos” y las actuaciones en su barriada las califica de “sobresaliente”. Los puntos positivos se los llevan el asfaltado de las calles y las obras que se están llevando a cabo para crear un nuevo centro de barrio; y los negativos los centra en que “estaría bien” cambiar el alumbrado y mejorar parte del acerado.

Dentro de la zona Delicias del distrito hay presidentes críticos que no comparten la distribución del mismo. Uno de ellos es el de Princi-Jerez, José Luis Méndez, quien, a pesar de “creer” en esta forma de organizar la ciudad, señala que el distrito al que pertenece “es demasiado amplio. Las cosas que se hagan por La Granja nos quedan lejos y en las Delicias no se ha visto casi nada”. Si se adentra en su barrio, el presidente dice que a pesar de que se han ejecutado cosas puntuales en materia de movilidad, “el cambio de Princi-Jerez es cero. En 2007, por ejemplo, la alcaldesa nos prometió que se iba a habilitar una zona de aparcamiento en el paseo de Las Delicias y se va a ir con sólo haberla aprobado este año en la junta de gobierno local”. Echa en falta la ‘marea negra’, una mejora en el parque público – “que está de pena”, dice–, y denuncia que el campo de fútbol sala está sin luz.

Por su parte, el vicepresidente de la asociación Nazaret, Juan Manuel Ruiz, destaca “la falta de limpieza alarmante y la poca infraestructura en los barrios” como balance de la legislatura del PSOE. Más molesto se muestra cuando recuerda que pasados  gobiernos ayudaron a estos vecinos en determinadas tareas de podas y mantenimiento. “Esta urbanización semiprivada es un ‘pulmón verde’ para toda la zona y tras la callada como respuesta de la alcaldesa, tenemos contratada una empresa para el mantenimiento de jardinería y limpieza viaria, porque aquí no ha pasado un barrendero municipal en la vida”.

Ángel Torres ha sido hasta hace unos meses presidente de la asociación de La Milagrosa y tras vivir los cuatro años de Pilar Sánchez la valoración que hace de su gestión en el distrito es positiva. “La transformación es total. No podemos tener ninguna queja de este gobierno porque en la mayoría de las ocasiones ha estado con nosotros”, declara. El jerezano recuerda que la regidora ha sido la única que “ha dado respuesta a nuestra demanda histórica de la llegada de la ‘marea negra’. También me gusta mucho la Ciudad de los Niños y la zona deportiva nueva del distrito. El avance es notable, lo vemos todos”.

Sea o no del gusto de los vecinos, la gestión de la alcaldesa ha llevado al distrito proyectos de ‘envergadura’ como la Ciudad de los Niños, el centro social y la zona deportiva junto a La Granja. Actuaciones en aparcamientos, plazas, mobiliario urbano, asfaltado y rehabilitación completan las intervenciones en estas barriadas, cuyos representantes califican de insuficientes al recordar algunas promesas de hace cuatro años qu

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