EL resumen para muchos de la gestión de Pilar Sánchez en el centro de la ciudad se caracteriza en los cambios de circulación y cortes de tráfico, es decir, en el Plan de Movilidad que la alcaldesa presentó en septiembre de 2008. Han pasado casi tres años y los comerciantes y empresarios de la zona no olvidan ni por un sólo segundo las consecuencias de la reordenación del viario público. La alcaldesa lo definió como un “proyecto de futuro, abierto y dinámico, pero con un objetivo claro: hacer de Jerez una ciudad más cómoda y accesible”.  Pero la realidad es que la implantación del mismo provocó que muchos colectivos denunciaran públicamente las consecuencias negativas para el casco histórico. Entre las líneas de actuación del Plan se encontraba la peatonalización completa de la calle Honda, una intervención que duró algo más de un año tras las críticas de los comerciantes. Una empresaria de la citada vía, que prefiere no decir su nombre, recuerda ese periodo como “un año para olvidar. El centro se quedó aislado y empezaron a cerrar tiendas de Honda una tras otra”. Pepa Ramírez, de El Tejedor, es mucho más crítica y declara que “la gestión de la alcaldesa en el centro ha sido nefasta a todos los niveles. Con el corte de la calle hundió el comercio, y en mi caso, las consecuencias fueron el despido del personal que tenía contratado. Al final conseguimos que la calle Honda se abriera, pero nos costó muchos disgustos”. Sobre la actuación en general en el centro, Ramírez señala que “sólo ha beneficiado a las grandes superficies y eso que a al que hay que cuidar es al pequeño comercio, a esos negocios familiares que se están perdiendo”.

Con la nueva ordenación del tráfico llegó también la implantación del carril de autobuses en la Porvera. De nuevo, las denuncias de los afectados tuvo como resultado que la vía volviera a su estado inicial, pero las pérdidas siguen arrastrándolas los empresarios. María Teresa López, de La Cañita, reconoce que “a nosotros esa medida nos hundió. Fueron ocho meses en los que no levantamos cabeza, pero lo perdido es lo perdido”. La empresaria también critica la implantación de la zona naranja en la ORA de la vía porque cree que “no es justa, hay que echar 0,45 euros exactos y sólo puedes estar veinte minutos. Así no se atrae a la gente al centro, así que el balance de su gobierno ha sido negativo, ha hundido a la Porvera”.

En la misma línea se pronuncia Rafael Escalante, de La Tertulia, quien señala que “el trabajo del Ayuntamiento ha sido malísimo, en lugar de beneficiar al centro lo ha perjudicado. Con el carril bus hemos perdido a una clientela que ya no se plantea venir a tomar café, porque al tiempo que se perdía el atractivo del centro se ha potenciado otras áreas comerciales a las afuera”.

Hablar del Plan de Movilidad es también hacer referencia a la iniciativa municipal del préstamo de bicicletas. Este objetivo perseguía la ampliación de la red de carriles bici y configurar un total de entre 30 y 50 nuevas estaciones y 300 bicicletas disponibles. El vandalismo provocó que en pocos meses estos vehículos fueran desapareciendo hasta el punto de que la delegación que encabeza María del Carmen Martínez decidió cancelar el servicio, excepto en la estación de autobuses y el campus universitario.

La plaza de abastos también ha ocupado parte de la agenda de la alcaldesa y a principio del pasado mes de diciembre Sánchez tuvo que salir en defensa de la actuación que su gobierno realizó en el mercado tras la denuncia de los comerciantes. La socialista recordó que la “plaza ha sido beneficiada con algunas de las más importantes inversiones, desde la primera gran intervención en la nave del pescado hasta las obras de reordenación en las calles Parada y Barreto”. Sin embargo, el presidente del colectivo del mercado, Juan Pablo González, puntualiza que “es cierto que se ha hecho una obra, pero es insuficiente, está incompleta y con muchas deficiencias”. La valoración del gobierno de Sánchez para el portavoz es “negativa” y señala además que “ahora mismo no puedo decir que ha hecho algo bueno por el mercado y sobre el centro, le ha dado una puñalada muy grande”.

Siguiendo con el comercio del casco histórico, los dos presidentes de asociaciones comerciantes que han tenido más protagonismo en estos años también se prestan a realizar un balance. El de Asunico, Manuel García, le da un “suspenso” a la gestión de Sánchez y enumera como “fracaso” el cambio de líneas en los autobuses urbanos – “que ha provocado la pérdida de 3 millones de usuarios”–, el corte al tráfico de Honda, el carril bus de Porvera, la “poca accesibilidad” hacia el centro y por último, “el nulo entendimiento entre alcaldesa y las asociaciones de comerciantes. No ha habido consenso, Pilar Sánchez firmó la defunción  del comercio jerezano”.

El presidente de Acoje, Fernando García, valora positivamente el proyecto de Jerez Centro Comercial ya que “con poco presupuesto hemos conseguido importantes logros. Nuestro trabajo ha sido muy bonito y desde el Ayuntamiento ha habido voluntad, pero no presupuesto”. Ambos representantes reconocen el apoyo a las grandes superficies por parte de Sánchez y han echado en falta una apuesta más firme por el comercio local.

Otro de los puntos a destacar en esta legislatura sobre las actuaciones en el centro es la obra de reurbanización de la plaza de las Angustias. A finales de enero de 2009 la alcaldesa la inauguró y señaló que “a partir de hoy, los jerezanos podrán disfrutar de un espacio renovado y totalmente accesible, que conserva todo el encanto de una plaza histórica, que ha sido equipada con nuevo mobiliario urbano y cuyos elementos ornamentales han sido también restaurados”. La renovación de este espacio, de 3.054 metros cuadrados, comprendió la alameda central, su acerado perimetral y la superficie ajardinada, y tuvo un presupuesto de 210.000 euros. David Fanegas, dueño del bar El 27 situado en la céntrica plaza, reconoce que “todas las actuaciones que se hagan a beneficio del centro son buenas, y a las Angustias le hacía falta una intervención urgente”. A pesar de que está contento con el resultado, el empresario señala que hay “inseguridad” en la zona y “la limpieza deja un poco que desear”.

En materia de barrios, se ha ejecutado el proyecto de reurbanización de Bizcocheros, Caldereros y plaza Quemada; la remodelación de la calle Compañía y la calle Armas de Santiago; la plaza Nuestro Padre Jesús de la Sentencia y en el barrio San Miguel, se reurbanizado las calles Zarza, Molino de Viento, Duende y Galván con un  presupuesto de 962.017 euros. Con el plan Memta se han desarrollado labores de pavimentación en la calle Santa Clara y Santa Cecilia y un proyecto para la plaza Monti, entre otras actuaciones.

Una de las pocas asociaciones vecinales que está constituida en el centro es la de la Barriada España. Su presidente, Enrique Pascual, dice que “el sentir general es que el centro no está en su mejor momento” y destaca como puntos negros la limpieza y el mal estado del pavimento, “como el de la calle Cerrón”. Sobre su barrio denuncia que en estos cuatro años no se ha beneficiado de ninguna de las actuaciones del gobierno del PSOE. “Hay pocas papeleras, el acerado está de pena, el alumbrado es obsoleto, no se cambia el arbolado que provoca una suciedad increíble y a pesar de que se nos prometió un centro de barrio en el edificio Manuel de Falla, éste parece que se ha quedado en el olvido”, declara el representante de los vecinos.

Parece que son pocas actuaciones de envergadura las que han convencido a los vecinos, comerciantes y usuarios del centro. A ver lo que les espera en los próximos cuatro años.