Cuchillo sin filo

La persona que no quiso ser un personaje

  • En la presentación del libro 'Zoido. Destino Sevilla' se visualizó la hipótesis de que había muchas ganas de cambio.

No creo que Andrés Sorel haya votado jamás al Partido Popular, pero yo no puedo disociar el nombre de este madridista de extrema izquierda, por Gento y por Bakunin, de la visualización del hambre de cambio en la ciudad que devino en el vuelco electoral que ha convertido a Juan Ignacio Zoido en el primer alcalde de Sevilla del siglo XXI. Alfredo, por seis meses, es un alcalde del siglo XX que vivió en la Alcaldía el cambio de milenio. Cambios vertiginosos propios de quien gestionó como presidente de la Diputación un Mundial de Atletismo que disfrutó como alcalde.

La tarde que mi compañero y amigo Carlos Navarro Antolín presentaba en el hotel NH Convenciones (en la calle Diego Martínez Barrio, el sevillano que más lejos llegó en política junto a Felipe González) su libro Zoido. Destino Sevilla (Jirones de Azul), por un malentendido llegué con bastante antelación. La víspera, en el mismo hotel, entrevisté a Andrés Sorel, que vino a Sevilla para presentar su novela Las guerras de Artemisa, un escalofriante relato sobre los excesos represivos del general Valeriano Weyler en la guerra de Cuba. Con el contrapeso heroico del capitán Ciges, personaje real inspirado en el padre de Luis Ciges, actor de tantas películas de Berlanga, un buster keaton del cine español.

La tarde que apadrinaban el libro de Carlos empecé la lectura de la novela de Sorel, escritor segoviano de mil exilios a quien hace años le presenté en el Ateneo su novela Concierto en Sevilla. Como el padre de Carlos, don Luis Navarro García, es ilustre americanista, me acerqué a saludarlo, y le mostré el libro de Sorel: al momento reconoció el retrato de Weyler en la portada. Encontré un sitio por casualidad. Mucha gente se tuvo que quedar fuera. En las primeras filas, el autor del prólogo, Carlos Herrera, que proponía su propia pinza de votar a Zoido en las municipales y a Diego Valderas en las autonómicas. Cuando Mariano Rajoy comentó esta circunstancia, hubo un pequeño estropicio en la megafonía, para recogijo de la audiencia, que lógicamente veía muy lejana en el tiempo la pinza Arenas-Rejón que convirtió al ex alcalde de Bollullos del Condado en el único no socialista que ha presidido el Parlamento Andaluz.

Zoido. Destino Sevilla. Los que lo hayan leído me darán la razón: no es un libro político. Es la aventura equinoccial, parafraseando al Ramón J. Sender que noveló a Lope de Aguirre, de un pancipelado -es el gentilicio de los nacidos en Montellano- que pasó su infancia en Fregenal de la Sierra. Los que no lo hayan leído tienen la mejor herramienta para conocer al nuevo alcalde de Sevilla, candidato reeditado. Luis Carlos Peris contó en una de sus ventanas que allí se olfateaban las ganas de cambio. Todavía ir a un libro sobre Zoido implicaba para el no versado una cierta clandestinidad. Pero eran tantos los que allí se dieron cita que cayó hecho añicos el tabú de la derechona. El libro no es una novela (su vida sí), pero su presentación, con Arenas y Rajoy en papeles estelares, demostró que esa imagen de la derecha, la derecha extrema, la derecha más derecha de la derecha, era una ficción que se podía volver contra quien incurriera en ese simplismo sociológico. Zoido permaneció en el patio de butacas, en familia. El libro era suyo, el mérito del autor, pero la persona no quería robarle protagonismo al personaje. Igual que el opositor supo esperar un lustro sin despeinarse hasta que los votos le dieron la razón: al fin gobernaría la lista más votada.

Veinte concejales te convierten en un best-seller de la política. Un epílogo hercúleo. La noche que salió al balcón de San Fernando -hablar de reconquista en este caso es restarle méritos-, yo estaba a pie de calle tomando nota. Allí conocí a César, marido y yerno de dos Martas que regentan la floristería de San Marcos. "Nosotros le hicimos la corona fúnebre de José María y el ramo de flores de Fernandito". Dos de los motores esenciales de un hombre avezado en superar adversidades.

Zoido. Destino Sevilla. Un alcalde que pasó por todas las estaciones del Dante. Y que tiene a su particular Beatriz. La guantamanera de este episodio cubano.

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