Julián Álvarez se dio ayer un baño de autoridad y unidad en un domingo de campaña que quedará marcado en rojo por la significación política de lo que sucedió en Utrera. El candidato de CA encontró el simbólico y trascendente respaldo de Alejandro Rojas Marcos, presidente de honor del PA, y de Antonio Ortega, al que Álvarez desalojó de la secretaría general del partido. Además, la coalición organizó lo que se dio en llamar el día del andalucismo. Desde que se abrió la carrera del voto, y hasta ayer, había promulgado que representa al nuevo andalucismo en soledad, sin la participación de la vieja guardia del PA y con una presencia residual del resto de marcas de CA en los mítines. Rojas Marcos y Ortega limitaron su rol en el acto de ayer a la entrega de la medalla de oro andalucista al historiador Enrique Iniesta, pero allí estaban junto a gente como Miguel Ángel Arredonda o Diego de los Santos.