Elecciones Andalucía

Elecciones en plena Guerra Fría

  • El PSOE se frota las manos tras la batalla interna del Partido Popular Los cuatro concejales escindidos lideran el GIGA, que concurre a los comicios como independiente

GARRUCHA da motivos para estar atentos. El PP ha sido protagonista absoluto en los últimos meses, que han sido convulsos y provocado una ruptura interna. El resultado: una escisión casi sin reproches, como si de una Guerra Fría se tratara. Sin entrar a la polémica barata. Simplemente, actuando. Con cierta cabeza y tratando de hacer el menor daño posible al partido, quien también medió para que el eco fuera mínimo. Pero el eco fue y eso ha traído consigo un nuevo mapa político de cara a las elecciones del 24 de mayo. Cuatro de los siete concejales con los que encaraba el PP la última legislatura abandonaron el partido antes de que el ciclo de cuatro años terminara. Lo hicieron en contra de las decisiones del alcalde, Juan Francisco Fernández y sin entender por qué el partido lo volvía a elegir como candidato. La posición del alcalde era, lógicamente, la opuesta. No entendía porqué sus compañeros se oponían al modo de actuar del PP garruchero, en contra del partido y del devenir del pueblo. Se llegó al punto en el que el alcalde y sus dos concejales afines se tuvieron que repartir todas las áreas del equipo de gobierno, lo que provocó aún más ataques por parte de la oposición, conformada por seis concejales del Partido Socialista y, finalmente, también por sus propios compañeros de partido.

Porque estos terminaron la legislatura conformando el Grupo Mixto y empiezan la campaña formando un nuevo partido el GIGA (Grupo Independiente de Garrucha) que encabeza Bernardo Simón Paredes y en el que Mari Paz Bonet ocupa el número tres, Alonso Soler el sexto e Isabel Rodríguez el séptimo. Los cuatro han cambiado de filas y han sido valientes, el eslogan de su campaña está dirigido contra su anterior partido: "Hay que darle la vuelta". Ataque directo a la política del alcalde y un propósito firme. Poco antes de formarse las listas, se llegó a murmuar que, de forma interna, en Garrucha se hizo un sondeo para elegir entre Juan Francisco Fernández y su excompañero de partido Bernardo Simón.

El Partido Popular concurre a a estas elecciones con una candidatura flamante salvo en sus dos primeros puestos, pues vuelven a ser ocupados por Juan Franscisco Fernández y Cristóbal Valera, el resto es gente nueva, pues Paula Jiménez, teniente de alcalde en la última legislatura, no estará presente en esta ocasión.

Y en mitad de todo esto, María López, candidata socialista, se frota las manos oliendo la sangre en sus partidos oponentes. No estuvo lejos del PP en las elecciones pasadas, donde apenas los separaron 200 votos, y espera estar por encima en estas. Desde luego, pretende hacer leña del árbol caído. Lo cierto es que le han puesto fácil la campaña, su mensaje es sencillo y, de hecho, tirará de él hasta el 24-M. Promete la estabilidad que no ha podido procurar el PP en estos últimos meses. Precisamente, ayer presentó su programa y dio a su partido como claro ganador: "Somos la referencia para el cambio que Garrucha precisa y ganaremos las elecciones municipales, no tengáis ninguna duda".

A los comicios también se presenta un cuarto partido, el Somos Garrucha, que forma parte de una coalición en la que sus votos irán a parar, a nivel provincial, a Izquierda Unida. En la lista hay personas de distintas ideas, aunque dicen que su trasfondo es común, acabar con las políticas que se aplican desde el bipartidismo. Está formada de gente de idología afín a Equo, Podemos o Izquierda Unida. Su número uno es Álvaro Ramos: "Lo que nos une es la lucha por el bipartidismo. Todos llevamos eso como una línea en común. Al municipio le hacen falta ideas jóvenes y frescas".

La batalla está servida. Platos fuertes con uno final que se sirve frío: el del 24-M.

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