La Diputación provincial de Málaga quedará en manos del PP otros cuatro años más, siempre y cuando consiga el apoyo de Ciudadanos. Los populares no tendrán más remedio que pactar con uno de los partidos revelación de las últimas elecciones municipales al perder tres diputados y quedarse con 15, uno menos de los necesarios para gobernar con mayoría absoluta. El presidente provincial del partido, Elías Bendodo, da por hecho que mantendrá la institución supramunicipal y las mancomunidades de municipios de la Costa gracias a unos resultados que calificó de "magníficos".

Sin embargo, los holgados resultados obtenidos en 2011 quedaron muy lejos de reproducirse el domingo, a pesar de que el PP volvió a ser la fuerza política más votada de la provincia. Eso sí, con más de 76.000 votos menos que en los comicios anteriores. Su pérdida de peso en los partidos judiciales de Málaga y Marbella les ha pasado factura de cara a garantizar la gobernabilidad de la Diputación, ya que cuentan con dos diputados menos correspondientes al primer caso y uno en el segundo. Pero Bendodo restó importancia a ese hecho y dijo sentirse "muy contento" de que su partido "haya resistido", por lo que aseguró que "me puedo autoflagelar y reflexionar pero son unos buenos resultados".

Con poca autocrítica, señaló que "los ciudadanos nos han legitimado como la fuerza más votada para que iniciemos el proceso de una nueva etapa en la que se acabaron las mayorías absolutas y en la que el mensaje que nos han lanzado los malagueños es que nos sentemos a hablar porque no quieren políticos que se tiren los trastos a la cabeza". En este nuevo panorama, dijo alto y claro que no descarta acuerdos con ninguna fuerza política, aunque el primer guiño ya se lo ha hecho a Ciudadanos.