Cuando el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, aseguró horas antes de comenzar la campaña electoral que la conexión ferroviaria Algeciras-Bobadilla se haría "a la mayor celeridad posible" marcaba por adelantado cuál sería uno de los inevitables temas estrella. En espera desde los años 90, en los que ya se consideraba una prioridad europea, la mejora ferroviaria era un arma evidente que esgrimir durante la campaña electoral y la secretaria general del PSOE-A, Susana Díaz, no podía dejar de utilizarla. Así lo hacía ayer durante su visita al Campo de Gibraltar, en Tarifa primero y después en un acto público en San Roque, exigiendo a Rajoy un plazo para la infraestructura. "El Campo de Gibraltar es una zona de oportunidades, atractiva, y no lo es más porque no acaba de ejecutarse el ferrocarril", criticaba ante los vecinos de Los Olivillos.

Díaz asegura que "hay empresas que quieren invertir aquí", en un lugar con oportunidades y mano de obra, pero no lo hacen, necesitan esa infraestructura. "Y no se ejecuta porque -Rajoy- no se cree el Campo de Gibraltar, viene a Andalucía sólo a arañar votos. Si no llega a haber cuatro elecciones no viene cuatro veces", apostillaba.

Díaz desembarcaba en San Roque haciendo bandera también del avance en el esperado hospital de La Línea, anunciado días antes por el consejero de Salud, Aquilino Alonso, en otro acto en el municipio. Se acaba de licitar el equipamiento para el centro y la presidenta espera inaugurarlo "tras el verano". Lo puso como ejemplo de la política socialista, como también pondría la modificación del impuesto de sucesiones acordada con Ciudadanos (partido al que no nombró) o la inclusión de los dependientes moderados dentro de las prestaciones de la Ley de Dependencia. "Hay que blindar todo lo que hemos hecho y ponerle rumbo al futuro, generando empleo y dando calidad de vida", apuntaba pidiendo el voto para Pedro Sánchez. "Estamos en un momento importante porque España va a crecer y tenemos la urgencia de que esa riqueza que se cree se reparta bien", insistía. "Que no nos mientan", alegaba, "cuando Rajoy manda cartas a Bruselas anunciando recortes en educación y sanidad lo hace porque él quiere".

Muy crítica con el presidente, tampoco escatimó elogios para Pablo Iglesias. "No puede ser por la mañana comunista, después bolivariano, más tarde peronista y por la noche decir que ha querido toda la vida a Zapatero", destacó la secretaria general en referencia a las recientes declaraciones de Iglesias alabando al expresidente. "Todo no vale por el poder", reiteró en San Roque como antes en otros municipios. "Que no sueñen con los votos socialistas, ni uno ni el otro, ya está bien de hacer creer que solo hay dos caminos", dijo en referencia al PP y Unidos Podemos.

Con los últimos sondeos confirmando el sorpasso que ya anunciara el Centro de Investigaciones Sociológicas, era el momento de marcar las diferencias: "Somos socialistas, no queremos revoluciones, sino reformas; no queremos pancartas o barricadas, sino estar en los ayuntamientos haciendo normas y arreglando los problemas de los vecinos", esgrimía Díaz. "Mientras nuestra historia es la de la igualdad, otros solo quieren el poder y cuando lo consiguen no logran que la gente viva mejor. Por eso les gustaría borrar la historia y quedarse con la nuestra", prosegía la presidenta.

En la misma línea, la secretaria general del PSOE de Cádiz, Irene García, contraponía la gestión realizada por los alcaldes socialistas en San Roque, Tarifa o Chiclana con la del alcalde podemita de Cádiz, "todo el día preocupado por ver qué bandera ponen en una plaza". García también recriminó al PP su "falta de sensibilidad" con los más de 100.000 desempleados de la provincia que no reciben ningún tipo de prestación. Y el regidor sanroqueño, Juan Carlos Ruiz Boix, resumía: "Tenemos que tener todos el convencimiento de que podemos conseguir el cambio que necesita el país".