A Basilia Pareja le separan diez metros de su puesto de trabajo. La alcaldesa de Arenas abandona su despacho, pero no el Ayuntamiento. Por sus manos volverán a pasar los papeles del catastro, la contabilidad o los expedientes de apertura, entre otros trámites municipales. Y es que recupera después de 12 años su empleo como auxiliar administrativo en el que ha estado 31 años. "El único cambio que habrá es que tendré menos responsabilidad, pero voy a seguir de igual forma al servicio de los vecinos", asegura la política socialista, que se presentó por primera vez a las elecciones en 2003. No obtuvo la mayoría absoluta por dos votos y tuvo que pactar con el PP. En las dos siguientes ya sí gobernó en solitario. "No me presento porque creo que tres mandatos son suficientes. Es el momento, no creo que haya que haya que aferrarse a la política", opina Pareja.

La actual alcaldesa recuerda todavía cómo vivió el proceso inverso. El día que ganó las elecciones y tenía que dejar la máquina de escribir que utilizaba para sus tareas de administración y tomar el bastón de mando. "Aquella noche no dormí. Tenía ilusión pero sentía el peso de la responsabilidad. Estaba preocupada porque yo llevaba la contabilidad y sabía cómo andaba de liquidez el Ayuntamiento; había que pagar las nóminas, la luz y llegaba la feria", cuenta Pareja, quien se muestra muy satisfecha del "gran cambio que ha experimentado el pueblo en estos doce años". Así cita el número de obras realizadas en las calles, la instalación de saneamiento, alumbrado y sobre todo de suministro de agua, ya que Arenas tenía un problema endémico por la falta de pozos. "Sólo teníamos uno, así que me empeñé hacer un segundo de forma que tuviésemos una alternativa cuando se averiase o hiciese falta", dice orgullosa la regidora que también enumera la mejora de los cementerios, la construcción del nuevo Ayuntamiento, el arreglo de carriles o el embellecimiento de la pedanía de Daimalos. "Tenemos todos los servicios de cualquier barrio de Málaga pero mejorados, y sobre todo, hemos creado muchísimo empleo gracias a las obras municipales", subraya Pareja que destaca la construcción del consultorio, la piscina, el cerramiento del polideportivo o las pistas de pádel. Se va con una única pena: dar solución a los propietarios de buena fe con viviendas en el campo. "Me voy y ahí se quedan. El problema continúa. Me hubiese gustado resolverlo, pero a pesar de haber hecho un PGOU del que carecíamos no ha sido posible", lamenta la regidora que por contra presume de haber dejado suficiente liquidez en las arcas municipales y de no deber nada a los proveedores.

"Para los vecinos va a ser lo mismo. Ahora haré fotocopias y les atenderé detrás del mostrador, como antes cuando llegaban al Ayuntamiento y les ayudaba a sellar", asegura entre risas Pareja, quien reconoce que ahora al menos tendrá un horario. "Ya no voy a ser alcaldesa 24 horas. Ahora tendré horario de funcionaria", bromea Pareja, quien acepta el cambio con absoluta normalidad. "Voy a seguir trabajando de igual forma, la gran diferencia es que ya no tendré la responsabilidad que implica gestionar un Ayuntamiento", reconoce la alcaldesa quien es consciente que desde su puesto de auxiliar administrativa es probable que tenga que asesorar de los trámites burocráticos al nuevo regidor o regidora que ocupe el 15 de junio el despacho que hasta ahora le correspondía. Ella a 10 metros le servirá como al resto de sus vecinos. Como si no se hubiera ido. "El Ayuntamiento siempre ha sido mi casa, y quienes trabajan en él siempre han sido mis compañeros", concluye.