Teófila Martínez encara mañana las que pueden ser sus elecciones más complicadas desde que accediera al poder en 1995, cuando arrebató en las urnas el gobierno de Cádiz al PSOE. La entrevista se produce con un café y un té por delante poco después de una visita fugaz al segundo puente para hacerse las fotos de rigor.

-Por lo que dicen los candidatos de los partidos, usted va a estar en el banco de la oposición a partir del lunes. Le dan pocas opciones.

-Creo que eso los retrata. Todas ellas son unas opciones políticas que el único interés que tienen es sacar a Teófila Martínez de la Alcaldía. No sabía que era tan importante esta cuestión hacia alguien que democráticamente ha sido elegida cinco veces por los ciudadanos. Yo me dedico y me centro en trabajar por mi compromiso político con los gaditanos. Si se presentan a las elecciones es para cumplir lo que se comprometen. Una mayoría de ellos vienen de partidos de izquierda que llevan a gala que las propuestas no están para cumplirlas. Nada más que hay que hacer un repaso a lo realizado en los últimos cuatro años en un entorno de crisis económica para ver lo que se ha seguido avanzando en la ciudad. Santa Bárbara, la ayuda de los pagos a viviendas de 1.500 familias, la transformación de San Juan de Dios, hemos puesto a Cádiz en el imaginario del mundo iberoamericano... Y la Junta ¿Qué es lo que ha hecho? Ni vivienda ni rehabilitación, ni hospital... Ésa es la diferencia, una candidatura como la mía que se ve lo que se ha hecho y que es el mejor aval para los gaditanos a la hora de elegir.

-En su campaña electoral ha habido constantes alusiones a Por Cádiz sí se puede. ¿Son ellos sus competidores?

-En una sociedad democrática algunos están creciendo a base de desprestigiar a los demás, cuando realmente somos de la misma casta que ellos porque aunque se quieran esconder, nos hemos educado en los mismos sitios. Estamos ante un dilema con dos opciones. O votar por los partidos de izquierda, algunos de ellos un poco radicales y que quieren un modelo de sociedad como Venezuela, o los que tenemos el aval de lo que hemos hecho y que somos gente respetuosa con los demás.

-¿Y no se alude demasiado al miedo?

-Lo que asusta de verdad son los mensajes que lanzan otros. Piden el apoyo de una parte de la sociedad para ir en contra de la otra. Nosotros lo que pedimos es para todos y para ir en favor de la sociedad al completo.

-¿Está de acuerdo con lo que dice el candidato socialista de que hay partidos que no saben lo que se traen entre manos?

-La realidad es que no son partidos, sino marcas con unas campañas sustentadas en no se sabe qué. Además de todo eso el PSOE debería ser más prudente en lo que dice y no deben ponerse tan escrupuloso, porque están dispuestos a pactar con quien sea, como, por ejemplo, estamos viendo en la Junta de Andalucía.

-Pese a ser las elecciones más inciertas en 20 años, da la sensación de que usted no está muy alterada.

-Cuando una tiene la conciencia tranquila y ha trabajado sin parar no se puede estar de otra forma. Me da la risa de algunos que dicen estoy ya cansada. Algunos de los que han dicho eso no me aguantan el ritmo ni un día. Habré cometido equivocaciones, como todo el mundo, pero todo lo he hecho con el convencimiento de que era bueno para la ciudad. El que no se equivoca es el que no hace nada. No es que esté tranquila sino es que lo afronto con la fortaleza de espíritu de que merece la pena trabajar por Cádiz con un equipo cohesionado y una candidatura para salirse del mapa. La gente me dice por la calle: "No te irás a ir, ¿no?".

-Hay un compañero en la redacción que dice que en Cádiz nadie reconoce que vota a Teófila Martínez, pero después siempre gana. ¿En momentos de dificultades se agarra usted a eso?

-Soy una persona realista pero también muy optimista porque eso mueve montañas para mejorar las cosas. Ahora miro para atrás y veo las cosas que se han conseguido y cómo me pude meterme a lucha por un soterramiento o una nueva avenida con gente en contra, como algunos socialistas. Pero no me arrepiento porque siempre he sido optimista.