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Clave de Sur

Iglesias admite su problema con Andalucía

  • El líder de Podemos confiesa que la opinión de los andaluces en las encuestas empeora su valoración.

EN un ataque de sinceridad y usando mayor claridad que otras veces en las que Pablo Iglesias se ha referido a la diferencia que Podemos tiene en Andalucía respecto a otros territorios de España. Iglesias ya había admitido que en Andalucía les cuesta más convencer al electorado progresista y que será "muy difícil" superar al PSOE en esta comunidad. Pero ayer, en declaraciones a la Cadena Ser, fue más allá y señaló que su mala valoración como líder político -sólo queda peor Mariano Rajoy- se basa en la "asimetría" de esas opiniones. Literalmente afirmó: "En Cataluña y el País Vasco seguimos teniendo la valoración más alta y donde la tenemos peor es en Andalucía".

Y aunque la propia periodistas -Pepa Bueno- le recalcó que se refería a la valoración de líderes y pese a que Iglesias dijo que sí, que él se refería a su propia valoración, sus palabras se interpretaron como si hubiese cierto tono de censura a cómo trabaja su organización en Andalucía.

De hecho, la respuesta de Teresa Rodríguez, la secretaria general de Podemos Andalucía, a las palabras de su líder nacional demuestra que no le han agradado. Para ella, mejorar la imagen de Unidos Podemos en esta comunidad "no se logra sólo con televisión, sino pateando pueblo a pueblo, comarca a comarca de Andalucía planteando que tenemos un modelo alternativo".

La réplica lleva implícita también una crítica a la forma de hacer política del propio Iglesias. Aquí, en el sur, no vale con su hiperexposición mediática. Aquí, hay que pegarse al terreno, "pueblo a pueblo".

"Lo que ha dicho Pablo Iglesias es que en Andalucía es donde peores tasas de popularidad tiene Unidos Podemos, particularmente en las distintas encuestas que han salido", dijo Rodríguez, que considera que el "reto" de su formación es dejar atrás "la imagen de una organización masculina, urbana, universitaria, de nivel socioeconómico medio/alto, de nivel cultural alto solo y exclusivamente" porque "no es real".

Es más, Rodríguez enfatizó que "Andalucía es la comunidad autónoma que tiene más implantación de Círculos y de inscritos de Podemos y es también la organización más fuerte de Izquierda Unida" y defendió que eso se tiene que reflejar en la "imagen pública" de la formación porque "Unidos Podemos por Andalucía también es mujer, rural, intergeneracional o de nivel sociocultural medio y bajo".

Más allá de si hay un equívoco o no en lo que Rodríguez cree que dijo Iglesias, lo relevante es que en Podemos tienen claro que no logran en Andalucía, lo que sí consiguen en otras comunidades también muy pobladas. Porque no sólo Iglesias es que sea el mejor valorado por vascos y catalanes, sino que Podemos es primera fuerzas en esas comunidades. O segundo en Madrid.

Todo ello tiene cierta convergencia con la estrategia que está siguiendo el PSOE-A en esta campaña, con Susana Díaz como azote máximo en España de Iglesias y de Podemos. Paradójicamente, ayer, el líder andaluz del PP, Juanma Moreno, pidió a los votantes del PSOE que reflexionen y opten por el PP para evitar que gobierne Iglesias, convencido de que en Andalucía funcionará la polarización.

La estrategia de la presidenta andaluza de cargar contra Iglesias no es que parezca más acertada, como defendíamos ayer, que los guiños de dirigentes de la máxima confianza de Pedro Sánchez, como Meritxell Batet. Es que su hoja de ruta tiene como principal objetivo significar, cuanto más, mejor, que ella, como líder del socialismo -aunque sea del andaluz- logra superar claramente a Podemos y convence a los andaluces de que no hay que fiarse de Pablo Iglesias. Pero no sólo para ayudar a un mejor resultado del PSOE, sino también para poder presentarse a partir del 27-J como quien hizo lo debido para contraponerlo con el hipotético mal resultado que aventuran los sondeos a Pedro Sánchez.

Esa forma de encarar las elecciones ha hecho que el nacionalismo catalán vuelva también sus ojos a Andalucía. Tanto desde ERC -Gabriel Rufián- como desde Convergencia -Carles Puigdemont y Francesc Homs- , ayer replicaron a la advertencia de que los votos de los andaluces no facilitarán los peajes que exigen las confluencias que apuntalan la reivindicación independentista.

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